SÍNDROME METABÓLICO: LA ENFERMEDAD CON MIL CARASLa diabetes, dislipidemia, hipertensión arterial y obesidad por si solas son problemas de salud que ameritan control y atención,

pero cuando dos o más de estas patologías se manifiestan en una misma persona la amenaza para su vida es aún mayor

Mantener una dieta balanceada, rica en vegetales y frutas, reducir el consumo de grasas y sal, practicar ejercicios físicos con regularidad y evitar el consumo de sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco son recomendaciones tan frecuentes que parecen perder valor para algunas personas, este descuido ha originado un incremento significativo de pacientes con síndrome de resistencia a la insulina, también conocido como síndrome metabólico.

En un encuentro con representantes de la prensa nacional, el doctor Carlos Lezama, director médico de Calox International, informó que el origen del síndrome de resistencia a la insulina viene dado por la manifestación de dos o más de los siguientes factores: hipertensión arterial, obesidad, diabetes y dislipidemia. La sociedad Americana de Diabetes ha establecido que para hacer un diagnóstico también se deben considerar  signos medibles como el aumento de la circunferencia abdominal (más de 102 en el hombre y más de 88 en la mujer).

El síndrome de resistencia a la insulina tiene severas implicaciones en la salud de las personas, aumentando significativamente el riesgo de presentar ataques isquémicos, angina de pecho, claudicación intermitente de los miembros inferiores, fallas renales, irritación del endotelio y formación de placas de ateroma. Según el galeno, los efectos de la patología a largo plazo pueden conllevar a un desenlace fatal por accidente cerebrovascular, enfermedad arterial periférica y otras cardiopatías.

Asimismo especificó que, si bien existe una carga genética asociada a las enfermedades que causan el síndrome de resistencia a la insulina, los factores modificables como la alimentación y estilo de vida juegan un papel fundamental en su desarrollo, por lo que recomienda a las personas tener un mejor control de los factores de riesgo: estrés, sedentarismo, hábito tabáquico, sobrepeso, ingesta de licor y una personalidad tipo A (explosiva).

Cuadro de texto: Cifras que vale la pena conocer • En el año 2000 se registraron 35 millones de diabéticos en el continente americano, 19 millones (54%) vivían en América Latina y el Caribe. • Proyecciones indican que para el 2025 la incidencia de diabetes en América ascenderá a 64 millones, de las cuales 40 millones (62%) corresponderán a los pueblos latinoamericanos y caribeños. • Cuando los niveles de colesterol se ubican entre 200 y 239 mg/dl se considera que existe un riesgo cardiovascular intermedio, pero si se trata de personas con otros factores asociados como la diabetes, pasa a ser elevado. Al sobrepasar los 240 mg/dl el riesgo cardiovascular es alto y se recomienda iniciar cambios en el estilo de vida, sobre todo en lo concerniente a la dieta y el ejercicio físico. • Si el índice de masa corporal está por encima de 30 ya se considera que la persona es obesa, si el cálculo es de 40 o más se cataloga como obesidad extrema. • Las personas cuya presión arterial sistólica esté entre 130 y 139 milímetros de mercurio y la diastólica oscile de 85 a 89 mm Hg tienen hipertensión leve. Cuando los cifras los 210 mm Hg para la sistólica y 120 mm Hg para la diastólica, el grado de hipertensión es muy severo. Debido a la estrecha relación entre la obesidad y el desarrollo de otras patologías, el galeno hizo hincapié en la necesidad de promover estilos de vida saludables para combatir esta epidemia del siglo XXI. “Venezuela es el sexto país con más población obesa en todo el mundo. Lo más crítico es que esos obesos son niños de 15 años de edad en adelante y la enfermedad comienza a muy  temprana edad. Las proyecciones indican que en el 2020 ocuparemos el quinto lugar”, agregó.

Para finalizar, el doctor Lezama destacó la importancia de aprender a comer y establecer una adecuada relación entre la cantidad y calidad de lo que se ingiere. Adicionalmente, recomendó hacer una hora diaria de ejercicios físicos, cumplir con los horarios de las comidas y hacer varias meriendas al día, procurando consumir porciones pequeñas de alimentos cada dos horas. “La mejor manera de perder o controlar el peso de manera segura es disminuir el consumo de calorías y aumentar el gasto”, dijo.