De acuerdo con una investigación existe una relación entre el azúcar y las enfermedades mentales.
 El azúcar inhibe la actividad de BDNF, una hormona que es baja en personas que son diagnosticadas con depresión o esquizofrenia.
 
Los alimentos ricos en azúcares activan los mismos centros de recompensa que se activan durante el consumo de drogas, generando así una adicción. Un elevado nivel de azúcar en la sangre, por ejemplos de pacientes con diabetes incrementa el riesgo de padecer demencia.
 
El refresco contiene alta cantidad de fructosa, y al consumirlo altera el suministro de energía para el cerebro y disminuye la cantidad utilizada para mantener la salud mental, lo que afecta principalmente la memoria.
 
Jennifer Talaverano / NetJoven