Al principio todo eran ánimos, pero aseguran que el choque de egos entre la extrella juvenil y la latina es muy fuerte


Paulina Rubio aseguró en la presentación de su primera temporada en ‘The X Factor’ estadounidense que estaba emocionada ante la idea de compartir mesa con la exitosa artista juvenil, pero con el paso de los días parece que la estrella latina ya no puede disimular más la irritación que le producirían los supuestos aires de grandeza de la exniña Disney, quien podría tratar de destacarse ante sus nuevas compañeras –Kelly Rowland y la propia Paulina– gracias a su condición de jueza veterana del popular concurso musical. A pesar de que oficialmente todo el mundo guarda silencio sobre los primeros choques de egos entre las divas del programa, los medios estadounidenses ya se han hecho eco de cómo la actitud de Demi amenaza con sacar el lado más temperamental de la chica dorada.

«Todo el equipo del programa está muy molesto por la prepotencia que parece caracterizar a Demi en las grabaciones de esta nueva edición. Presume ante todo el mundo de ser una experimentada jueza y se permite el lujo de presentarse como alguien superior a sus compañeras de mesa. A Paulina Rubio le ha sentado especialmente mal que una jovencita trate de darle lecciones sobre el mundo del espectáculo, y corremos el riesgo de que Paulina acabe hecha una fiera, porque es una mujer con mucho carácter y una bomba a punto de explotar», reveló una fuente de la producción televisiva a la revista In Touch, quien apunta también a la buena acogida que está teniendo el nuevo disco de Demi como factor que motivaría su falta de sensibilidad ante sus nuevas compañeras.

«Demi está muy animada no solo por haber sido la única jueza que ha sobrevivido a la transformación radical que ha experimentado el concurso, sino también porque su último disco está teniendo mucho éxito en las listas de ventas. Eso le hace pensar que es la única de las tres que sigue vigente en el mundo de la música, olvidando la extensa trayectoria de Paulina y de Kelly», añadió el informante.

En el hipotético caso de que toda la ira de Paulina recaiga sobre Demi, la demostración de fuerza de la mexicana rompería con la positiva racha que atravesaba últimamente su imagen pública, moldeada por el entusiasmo que ha mostrado en las redes sociales por los proyectos profesionales en los que está inmersa. Aunque el perfil mediático de la intérprete está definido ahora por el supuesto romance que mantendría con Gerardo Bazúa –concursante de la edición mexicana de ‘La Voz’, en la que trabajaba Paulina– y por su exitoso papel de jueza en varios espacios televisivos, el año pasado su reputación se vio muy perjudicada por culpa de varias denuncias y del eterno proceso de divorcio que mantuvo con el español Nicolás Vallejo-Nágera.

Mientras que todavía colean las imágenes de una enfurecida Paulina encarándose con el juez durante una de las sesiones en las que coincidió con su exmarido, a día de hoy sigue su curso la denuncia que le interpuso recientemente un empleado que alegaba haber sido agredido por la diva con motivo de una simple reserva con una aerolínea, un episodio que reveló el lado más polémico de la cantante y que motivó que el citado asistente decidiera abandonar el mundo del espectáculo.