Youtube advierte del contenido inapropiado de lo nuevo de la cantante.- Rihanna se ha rodeado de vestidos de látex,

sexo velado y reminiscencias al sado para ilustrar su nuevo vídeo, ‘S&M’. El contenido, que ha sido calificado de inapropiado por YouTube, ha sido considerado como no apto para menores. Por eso, el portal ha decidido impedir el acceso a todos aquellos que no posean una cuenta, evitando, en gran parte, que los más jóvenes puedan acceder a su reproducción.

Sensual y provocativa, Rihanna comienza siendo secuestrada por un grupo de periodistas que la sujeta a una pared y la tapa con plástico transparente. Las imágenes dejan paso entonces a una escena que bien podría recordar a una orgía. Eso sí, el color y el movimiento inunda la grabación constantemente.

El sexo, recordado en numerosos movimientos de los bailarines, deja paso a una escena en la que Rihanna, vestida de manera más elegante, pasea a un hombre a modo de perro. Como si de una ‘dominatrix’ se tratara, la cantante despliega todo su encanto al ritmo de ‘S&M’.

El látex aparece en el vídeo gracias a los atuendos de la de Barbados. De blanco, con guantes, gorro y sujetador, Rihanna se sienta con un cubo de palomitas entre las piernas. Escenas que complementa con el uso de un látigo y con un beso a uno de los bailarines, que, además, lleva la boca tapada por una pelota, un instrumento típico en las prácticas sexuales sadomasoquistas.

A todas imágenes llenas de látex, sexo y sado, Rihanna añade una en la que se come un plátano y otra en la que aparece atada de pies y manos. Algo muy acorde con la canción pues sus estrofas encajan perfectamente con las imágenes del videoclip. “Hay sexo en el aire”, dice en una de las frases para añadir, a continuación que “palos y piedras pueden romper mis huesos pero, los látigos y las cadenas me excitan”.

Sin duda, ‘S&M’ ha logrado sacar el lado más salvaje de Rihanna y ha desatado de una polémica, que viene a sumarse al romance lésbico que últimamente le atribuyen a la cantante, al no ser apto para los menores. Aún así, casi dos millones de personas han visto ya el vídeo oficial en YouTube.

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