BRASILIA (AP) – Mujeres de tacones altos vestidas con pantys y sostén, y hombres sin más vestimenta que
calzoncillos desfilaron el martes por la zona más popular de la capital brasileña para conmemorar el Día Nacional de la Ropa Interior.
El grupo de 25 modelos escasamente vestidos salieron del Conjunto Nacional, el más tradicional centro comercial de Brasilia, para dirigirse a la aledaña terminal de autobuses en una de las horas de más movimiento.
Vendedores salieron de las tiendas, conductores abandonaron sus autobuses, el tránsito paró y los peatones dispararon fotos con sus teléfonos celulares al ver el singular desfile que se realizó por quinto año consecutivo en Brasilia.
En la edición de 2011, los organizadores se inspiraron en la mujer «burlesque» de fin del siglo XIX, con medias transparentes altas y sombreros emplumados.
«La idea es mostrar a una mujer vanidosa, que se admira», explicó María Thereza Laudares, curadora del desfile callejero. «Nos preocupamos por transmitir el arte, el culto al cuerpo y no la imagen corporal como objeto erótico».
En el trayecto, los modelos pararon en un viaducto donde fueron retratados frente a la Explanada de los Ministerios, el área más característica de Brasilia donde se destacan los edificios del arquitecto Oscar Niemeyer, como la Catedral, el Teatro Nacional y el Congreso.
El mayor tumulto se vivió en la terminal de autobuses, donde los modelos se mezclaron entre personas que corrían a tomar el transporte público, vendedores ambulantes y limosneros.
Organizado por el sitio de internet de divulgación de moda Finíssimo y tiendas del Conjunto Nacional, el desfile pretende resaltar el valor de la ropa interior.
«Brasil exporta más de 20 millones de piezas de ropa interior por año. Eso es representativo en la balanza comercial del país, pero las piezas exportadas son relativamente simples», manifestó Thiago Malva, director ejecutivo de Finíssimo.
Consideró por ello que, si el país invierte más en la confección de ropa interior, podría generar ingresos mayores para los empresarios del sector.
Según la Asociación Brasileña de Industria Textil, la venta de ropa interior brasileña creció 11% en 2009 desde el año anterior y proyecta un aumento superior al promedio de la ropa en general.
Aunque la presencia de modelos escasamente vestidos llamó la atención de la mayor parte del público que circulaba por el corazón de Brasilia, algunos se sintieron ofendidos al ver modelos escasos de ropa.
«¿Qué es eso? Gente pelada en media calle, no puede ser», se quejó una mujer joven que se identificó como Maria Cristina y dijo ser miembro de una iglesia evangélica.
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