Un hombre robó una casa en Tennessee, Estados Unidos, mientras que su mujer nadaba desnuda en

la piscina para distraer al dueño.

La pareja se acercó a la casa de su vecino Stephen Amaral y la mujer le preguntó si podía entrar a la piscina. Luego, la esposa le dijo a su marido que valla por unos cigarrillos.

Al estar solos la mujer y Amaral, ella le preguntó si podía nadar desnuda, algo que él aceptó sin ningún problema. Mientras esto ocurría, el esposo aprovechó para robar joyas, medicinas y objetos de valor de la casa, cuyo valor se aproxima a los 2 000 dólares.