CHICAGO (AP) – La creciente importancia de María Pinto en el mundo de la moda se hizo evidente cuando Michelle Obama irrumpió en la escena mundial luciendo sus diseños, que también le encantan

a la popularísima Oprah Winfrey.

El local de Pinto en Chicago tiene hoy carteles de «Liquidación», «Venta de cierre».

Pinto está liquidando el inventario de ese negocio, ofreciendo rebajas de hasta el 70% en prendas que pueden costar miles de dólares.

El cierre de la boutique, que Pinto atribuye a la debilidad de la economía, pone en duda la noción de que la primera dama pueda por sí sola salvar una casa de modas no muy establecida.

Pinto dice que tener celebridades entre la clientela ayuda, pero no garantiza el éxito.

«El mundo de la moda está cambiando, la gente está cambiando», declaró la diseñadora de ascendencia italiana. «La economía ha cambiado la dinámica de todo esto».

La primera dama lució ropa de Pinto –quien, como ella, es de Chicago– durante la campaña electoral de su marido, Barack Obama, y luego en la Casa Blanca. También ha lucido prendas de Jason Wu, una de las atracciones de la reciente Semana de la Moda neoyorquina y quien ya se ha instalado en un estudio más grande.

Michelle Obama lució un vestido de tubo morado de Pinto el día que su esposo se aseguró la candidatura demócrata y uno azul la noche que habló ante la convención nacional de su partido. La fría tarde en que Obama lanzó su candidatura a la presidencia en Springfield, Illinois, Michelle usó un abrigo de Pinto. Y lució otro modelo de la diseñadora en la foto publicada en la tapa de Newsweek.

Pinto ayudó a transformar a Michelle Obama en un importante punto de referencia del mundo de la moda, según Mary Tomer, autora de «Mrs. O: The Face of Fashion Democracy» y quien tine el blog Mrs-O.org, que está pendiente de los modelos que usa la primera dama.

«Hubo un período en el que las mujeres quedaron encantadas con el estilo de Michelle Obama», expresó Tomer.

Fue una época en la que se agotó el pullover de J. Crew que usó la señora de Obama. De hecho, las acciones de J. Crew subieron por las nubes por el solo hecho de que la primera dama había lucido una de sus prendas.

Desde que se radicó en Washington, no obstante, Michelle Obama se ha inclinado sobre todo por otro diseñador de Chicago, Ikram Goldman.

El cambio de estilo respondió probablemente en parte al deterioro de la economía e hizo que Pinto, quien produce modelos caros, resultase una víctima de las circunstancias, de acuerdo con David Wolfe, director creativo de The Doneger Group de Nueva York, que asesora a los negocios sobre la ropa que más se vende.

«Creo que no generó tanto interés como esperábamos. (Pinto) Sufre los mismos problemas que enfrentan tantos diseñadores de prendas caras en esta época de recesión», expresó Wolfe.

No fue posible conseguir comentarios de allegados a Michelle Obama acerca de su cambio de diseñador.

El apoyo de celebridades no siempre se refleja en las ventas, según Marshal Cohen, analista del NPD Group, firma que hace investigaciones de mercado.

«Ni el espaldarazo que da una primera dama ni la enorme cobertura en la prensa garantizan la subsistencia de una marca a largo plazo, ni el que esa marca quede grabada en la memoria del consumidor», manifestó Cohen.

Tomer dijo que el cierre de la boutique de Pinto refleja el impacto que ha tenido la economía en el mundo de la moda.

«Nadie está inmune, ni siquiera alguien que tiene clientes tan conocidos como Michelle Obama», expresó Tomer. Las prendas de Pinto también fueron usadas por Winfrey y las actrices Brooke Shields y Marcia Gay Harden.

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La redactora de AP Darlene Superville contribuyó en este despacho desde Washington.

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