Roma, 18 ene (EFE).- Gucci ha protagonizado hoy la tercera jornada de la semana de la moda masculina de Milán otoño-invierno 2010-2011, «Milano Moda Uomo», con una propuesta para un hombre joven, sofisticado y

inconformista que combina los chaquetones de piel con bolsas de viaje.

Abrigos color camel extra largos, chaquetones de ante o gabardinas de cachemira sin forro visten al hombre prácticamente adolescente que ha lucido, a un paso de la inmadurez pero seguro de sí mismo, pañuelos largos de seda estampados, chaquetones barnizados con pieles extraíbles o chalecos combinados con pantalones pitillo.

Frida Giannini, directora artística de Gucci, ha hecho una propuesta para hombres jóvenes, con pelo largo «pero limpio» -matiza-, porque «son ellos los interlocutores de la moda que conocen y practican, también a través de internet», afirma.

Gucci ha convencido con una gama de americanas que visten por sí mismas, en gris -con camisa camel y corbata color chocolate- y beige -con camisa marrón-, y chaquetas que apuestan por la alternativa nocturna al esmoquin, con impresiones de piel de leopardo o terciopelo liso, marcadas a golpe de plancha con efectos tornasolados.

De día, el hombre de Gucci se atreve a vestir chaquetones de visón, botines de charol o los clásicos mocasines para llevar sin calcetines, siempre con bolsas de viaje ‘casual’, hechas a base de tela o fibra de coco, o bandoleras de aire femenino.

La sofisticación del modelo de Gucci contrastó con el de Dirk Bikkemberks, un hombre que no se deja asustar por las condiciones climáticas más extremas.

Botas hasta la rodilla con corchetes propios del calzado de esquí, bolsos adornados con cuerdas de escalada o simples manoplas y abrigos acrílicos componen «Sport coutûre», la desafiante propuesta de Dirk Bikkemberks, pensada para hombres que se aventuran a vivir al límite o a escalar las cumbres del Himalaya.

Una colección sobria marcada por colores propios de la ropa deportiva, como el rojo o el azul eléctrico, en la que el confort convive con una rompedora gama de camisetas estampadas con osos agresivos, cuyas fauces ha lucido hoy en la pasarela el ex futbolista italiano Fabrizio Ravanelli.

El hombre de Versace, escondido bajo unas opacas gafas de sol, brilló con sus gabardinas y botas impermeables, combinadas con motivos casi psicodélicos en las camisetas o con trajes satinados en tonos eléctricos.

La firma italiana ofreció así una colección para despertar todos los sentidos, con una arriesgada composición de colores y tejidos, desde el punto hasta el cuero y con prendas muy ajustadas que marcan los pasos de un hombre atrevido.

El británico John Richmond ha apostado por un recurrente estampado a cuadros tanto en camisas y pantalones como en cazadoras y gabardinas abotonadas de franela.

Byblos sorprendió con una propuesta reflejo de las tensiones étnicas de la sociedad contemporánea, que transforma al hombre en un guerrero metropolitano y la ciudad en una jungla, con camisas de camuflaje y pantalones cortos de tiro con motivos militares.

Mañana cerrarán la pasarela, entre otros, Giorgio Armani, Ermanno Scervino y Iceberg.