En Hollywood todavía hay románticos que se resisten a sucumbir a la tiranía de la moda 3D. Uno de ellos es Samuel Bayer,
el encargado de resucitar a Freddy Krueger con una nueva entrega de Pesadilla en Elm Street que se negó a convertir su película a las tres dimensiones como han hecho otras producciones como Furia de Titanes o la Alicia de Burton.
Bayer, que este fin de semana estrena Pesadilla en Elm Street: El origen en los cines estadounidenses, señaló en una entrevista que la productora quiso convertir la cinta al 3D, pero que tanto él como todo su equipo se negaron rotundamente. «Cuando New Line empezó las conversaciones serias para convertir Pesadilla en Elm Street a 3D nos echamos atrás. Fue rodada en 2D y estaba destinada a estrenarse en 2D», afirma el director.
Y es que, a su juicio, el éxito de Avatar, Alicia y demás cintas en 3D no debe hacernos perder la perspectiva. «Del mismo modo que no quiero ver remakes de todas las grandes películas y clásicos, tampoco quiero ver todas las películas en tres dimensiones», sentenció Bayer.
Protagonizada por Jackie Earle Haley (Watchmen), que recoge el testigo de Robert Englund para dar vida a Freddy Krueger, Pesadilla en Elm Street: El origen relata cómo el protagonista se convierte en el temible asesino que acosa en sueños a sus víctimas. Producida por Michael Bay (el director de Transformers) esta precuela llegará a nuestros cines el próximo mes de agosto.