LOS ANGELES (AP) – El teatro Kodak vibró al ritmo de la música, cuando Gwyneth Paltrow, Mandy Moore, Celine Dion y otras estrellas ensayaron los números que interpretarán
en la ceremonia de entrega del Oscar, prevista para este domingo.
Moore hizo un dúo con Zachary Levi para interpretar «I See the Light», la canción nominada a un Oscar, por la película «Tangled» de Disney. Ambos fueron acompañados al piano por el compositor Alan Menken, ocho veces galardonado por la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas.
Paltrow siguió mostrando que, además de buena actriz, tiene talento musical, al cantar «Coming Home», de su película reciente «Country Strong».
El compositor ganador del Oscar, A.R. Rahman, y el vocalista de rock Florence Welch, de Florence + The Machine ofrecieron una tenebrosa versión de «If I Rise» de la película «127 Hours».
Dion, por su parte, cantó «Smile» para musicalizar el paquete de imágenes de los actores y actrices fallecidos y que fueron exhibidos en una gran pantalla detrás de ella.
Sin embargo, un grupo de chicos de 10 años se robó el espectáculo.
Los 64 estudiantes de quinto año que forman el Coro de la Escuela Pública 22 de Nueva York con sede en Staten Island llegaron al Teatro Kodak el viernes para ensayar la canción clásica «Somewhere Over the Rainbow».
Esos estudiantes llegaron en un vuelo esa misma mañana. Muchos experimentaron su primer viaje en avión de sus vidas y, luciendo camisetas azules o verdes que los separaban en tesituras como alto o soprano, llenaron el teatro con su entusiasmo infantil.
En el escenario del Oscar y cantaron con tanta decisión y emoción que conmovieron a un público formado por veteranos de Hollywood.
Sin embargo, sus caritas infantiles se iluminaron al ver los letreros que identificaban las butacas que ocuparán las luminarias del espectáculo en la ceremonia.
«¡Oh Dios, Justin Timberlake!» dijo una niña cuando vio el letrero con el nombre del cantante. «Cuando suba acá, mis ojos estarán allí mismo», agregó.
Guiados por encargados del escenario y por su maestro Gregg Breinberg, los chicos estudiaron la subida y la bajada del escenario y memorizaron sus lugares para la noche. Ellos se maravillaron con otros nombres que reconocieron en las butacas. «¡Sandra Bullock! ¡Nicole Kidman!» entre otros y miraron alrededor del teatro y se les tuvo que recordar que deberían poner atención, pero cuando cantaron, quedó claro que sabían exactamente lo que estaban haciendo, pues se movían al ritmo de la música, cerraron los ojos, gesticularon y parecieron sentir música en sus corazones.
«Ustedes están en esta canción, están adentro de ella. Van a hacer que todos estallen», dijo el director Breinberg.
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