De acuerdo con investigadores de la Universidad de Carenegie Mellon, en el sexo no importa la cantidad sino las ganas.


La ciencia ha demostrado que el dinero no da la felicidad, pero ¿qué pasa con el sexo? Esa fue la pregunta que inquietó a un grupo de investigadores de la Universidad de Carenegie Mellon , quienes decidieron estudiar si existía una correlación positiva entre mayor frecuencia sexual y mayor sensación de bienestar.

La investigación, publicada en el Journal of Behavior and Organization , reveló que las personas felices lo son por naturaleza, independientemente de la cantidad de sexo que tengan. De hecho, algunas de las parejas que participaron en el estudio evidenciaron que tener relaciones sexuales con demasiada frecuencia provoca que las personas se sientan menos alegres y que su deseo sexual disminuya.

Una cantidad extra de sexo, cuando no tienes humor de practicarlo, no te hará más feliz sino todo lo contrario.

 El experimento involucró a 64 matrimonios heterosexuales . A la mitad de ellos se les pidió que tuvieran el doble de sexo que de costumbre, y a las 32 parejas restantes se les dijo que tuvieran la misma cantidad de relaciones que siempre. Llevaron a cabo estas prácticas por 90 días y registraron sus sentimientos y pensamientos en un diario.

El grupo que duplicó sus relaciones sexuales escribió que la dosis extra de sexo no les había provocado mayor felicidad y que la experiencia no había sido muy divertida para ellos. Tanto hombres como mujeres reconocieron que incluso se había disminuido su placer sexual .

 Los investigadores encargados del estudio interpretaron los resultados así: Cuando estás obligado a tener más sexo , pero en realidad no lo deseas, es posible que la calidad del encuentro no sea tan buena como acostumbras y esto te haga sentir poco excitado y decaído.

La conclusión de este experimento es que cuando se trata de sexo, la cantidad no influye en la felicidad de quienes lo practican, sino la calidad. Tener relaciones con tu pareja generalmente será más satisfactorio si sientes un deseo genuino y no si lo fuerzas por cuestión de rutina o porque lo consideras tu obligación.

Guadalupe Flores