En el Millennium Stadium, tras un primer tiempo parejo, el club blanco se lució en el complemento y goleó 4-1 al elenco italiano con goles de Cristiano Ronaldo, Casemiro y Marco Ascensio.

El descuento fue obra de Mario Mandzukic, que marcó un fantástico gol de chilena para el empate parcial

En el Millennium Stadium de Cardiff, el Real Madrid agigantó su leyenda. Tenía una cita con la Juventus, otro gigante de Europa. Pero el club blanco minimizó a su rival. Jugó un segundo tiempo aplastante, ganó 4-1 y conquistó la duodécima Copa de Europa de su historia. Con el portugués Cristiano Ronaldo como gran figura, el equipo de Zinedine Zidane se transformó en el primer equipo en reeditar el título de la Liga de Campeones y frustró el ‘triplete’ del elenco italiano.

Al inicio del encuentro, parecía que sería un trámite parejo. Los dirigidos por Massimiliano Allegri salieron a presionar alto y, en menos de 10 minutos, lograron poner en peligro dos veces la portería madridista: primero con un remate lejano del argentino Gonzalo Higuaín y luego con otro tiro de media distancia del croata Miralem Pjanic. En ambas, hubo buenas respuestas del costarricense Keylor Navas, sobre todo en el disparo del croata que iba muy esquinado.

El conjunto de Turín comenzó con el dominio territorial y futbolístico del partido, aunque poco a poco el Real Madrid encontró espacios y fue más exitoso en las conexiones. Tal es así que, en la primera ocasión que el equipo español encontró mal parada a la defensa italiana, consiguió abrir el marcador. Cristiano Ronaldo, que jugó libre por todo el frente de ataque, apareció por la derecha para combinar con Dani Carvajal y rematar cruzado abajo, un tiro inalcanzable para Gianluigi Buffon que decretó el 1-0 a los 19 minutos.

La desventaja obligó a la Juventus a ir por el empate, adelantar sus líneas y hostigar nuevamente al Real Madrid. Tras una maravillosa recuperación defensiva, llegó un espectacular gol de Mario Mandzukic. Recibió de Higuaín, dominó la pelota con el pecho y definió de chilena por encima de Navas. El partido se puso 1-1 en menos a los 26 minutos. Los equipos jugaban a la altura de uno de los partidos más importantes del mundo.


El primer tiempo se cerró con el Real Madrid como dueño del balón y la Juventus defendiéndose muy cerca de su área. El desarrollo de la etapa inicial fue muy parejo, cambiante. Para nada hacía pensar que en la segunda etapa habría tanta diferencia y que el elenco español aplastaría a su rival.


A penas arrancó el complemento, el Real Madrid se mostró un poco más ambicioso y mostró mayor fluidez con Luka Modric y Toni Kroos más alejados de la posición de Casemiro. La Juventus cedió terreno y entregó la pelota, seguramente para intentar agarrar a su rival desprevenido, pero corriendo el riesgo de sufrir más ataques. Y el riesgo fue mayúsculo. El equipo de Zidane no perdona.


Ese claro dominio del Real Madrid se capitalizó a los 15 minutos del segundo tiempo. El brasileño Casemiro, que acompañaba uno de los ataques y estaba posicionado en tres cuartos de cancha, se animó a ejecutar un remate lejano. La pelota se desvió en Khedira y terminó dentro de la portería de Buffon.


Tras recuperar la ventaja, el Real Madrid aprovechó que su rival estaba adormecido y fue por el tercero. Luka Modric presionó arriba y recuperó el balón con la Juventus saliendo. Se combinó con Carvajal y tiró un centro al primer poste, donde Cristiano Ronaldo anticipó a los centrales italianos y marcó el 3-1. A la Juventus, que solamente había recibido tres goles en toda la competición, el Real Madrid le encajó la misma cantidad en un sólo partido.


Allegri mandó a la cancha al juvenil francés Mario Lemina en lugar del argentino Paulo Dybala, quien no tuvo una buen actuación. Además, ingresó Juan Guillermo Cuadrado, que tuvo un partido fatídico: se fue expulsado por doble tarjeta amarilla a seis minutos de aber ingresado.


El Real Madrid cerró una segunda etapa fenomenal convirtiendo el cuarto gol en los pies de Marco Ascensio, que entró en lugar de Toni Kroos, y se encargó de marcar el 4-1 definitivo para decretar la aplastante victoria del Real Madrid, un equipo que logró superar un primer tiempo parejo y jugó un segundo tiempo excepcional.


Los dirigidos por Zidane ganaron su tercera final de las cuatro últimas ediciones de la prestigiosa Champions League. Es un club que sabe como afrontar los choque definitorios, ya que conquistó sus seis últimas finales. Como en 1998, donde la final se definió por 1-0 con gol de Pedja Mijatovic en Amsterdam, el Real Madrid le ganó a la Juventus. Aunque en Cardiff la historia fue otra.

Crédito Fotos: Reuters / AP / AFP /Getty