Por Carlos Flores. Ni tiene cuerpo de Miss ni pretende salvar al mundo a punta de buenos deseos, esta bloggera-twitera-comunicadora tiene en mente algo más osado: salvar a las venezolanas de la pacatería sexual y, a punta de shows, escritos y algún escándalo, bien puede que lo esté logrando

Martes, cerca de la medianoche. Un drag queen de enorme trasero se empeña en imitar a la inmortal Celia Cruz, sobre una tarima en la que reposan no sólo las miradas sino las carcajadas del público presente. El contoneo exagerado, las muecas explosivas y los comentarios agudos, salpicados de alguna que otra grosería, eleva el ánimo de los visitantes que, sentados en grata compañía de bebidas alcohólicas, se dejan llevar por los cuentos grotescos en este lado de la dimensión desconocida, hoy bautizado “Rock and Love”. La locación: Valencia… excapital de la alcurnia, hoy: epicentro de cualquier cosa.

A un lado, Yei Love (creadora del show que, como circo, aunque sin payasos, se pasea por varias ciudades del país, presentando algo que bien puede catalogarse como un “guilty pleasure”), está sentada, sorbe un trago, sonríe, lanza besos, se arregla el escote… sus senos… sus enormes senos… y, al frente, un travesti entona tórridas baladas de amor no correspondido. Así arranca el show. Luego, desfilan strippers amateur, exhibicionistas de todo tipo… es un evento para los que quieren ver a gente que quiere ser vista… pero en ácido.

Bautizada como Yeisa Álvarez, hoy ella misma ha optado por usar uno más ¿cool?: Yei Love, y así como cambió su nombre ha cambiado, modificado, su cuerpo para convertirse en el trofeíto ambulante que desea ser. Eso sí, no sólo carne e implantes, contenido y materia gris también abundan.

La autora del blog: elmundosegunyeilove.blogspot.com y personalidad twitera (@yeilove) tiene 29 añitos, un hijo y todas las ganas de decirle, gritarles en caso de que no la escuchen, a las mujeres venezolanas, que el sexo no tiene que ver con el amor sino con el placer… y que no hay que pensar mucho sino gozar.

Es raro que ver que una mujer escriba sobre sexo, sobre el día a día. Mucho más que lo haga de una manera aguda…

-Totalmente cierto, sobre todo por la sociedad en la que nos desenvolvemos.

¿Cómo ves la doble moral de la ciudad machista?

-Me parece increíble. En realidad me atrevo a escribir sobre cualquier cosa, pero decidí irme por la parte del sexo porque en Venezuela de verdad hace falta un icono sexual femenino que diga la parte cruda, lo real. Hay mil temas que están en la calle, que la gente los maneja en la habitación y yo trato de que todo el mundo tenga acceso.

Eso es cool, porque en realidad porque terminas llevando un poco de conocimiento a la gente.

-Claro, por ejemplo, muy poca gente sabe lo que es un fisting, porque son términos de sexo que la gente no maneja, pero necesita saberlos por lo menos para tener conocimiento de causa. Aquí todo se maneja a puerta cerrada, pero yo me atreví.

¿Por qué? ¿Qué edad tienes tú? Yo no te imagino a ti de chamita…

-Tengo 29 años. De chama era súper nerd, se lo puedes preguntar a mi mamá. De hecho, para ella ha sido un choque social bien fuerte porque yo era la niña que lloraba si no sacaba 20 en un examen. Me gradué de 15 años, me adelantaron un año. En el colegio fui súper entregada, creía que la parte intelectual era lo más importante, y que con eso me iba a ganar el mundo. Cuando salgo y enfrento lo que es la universidad, la comunicación social, digo “wow” con mi inteligencia no puedo levantar el mundo.

Mucha gente me subestima porque puedo ponerme el mejor escote de la vida y pueden ver mi foto con el trasero al aire y creen que nada, que me dicen tres cosas y se pueden ir conmigo por ahí. Estoy clara: no soy una chica muy buena, ni la más bonita. Es decir, Venezuela tiene millones de mujeres más hermosas, pero tengo contenido y esa es mi lucha.

Lo importante es que sabes quién eres…

-Sí, para ser alternativa en este país, necesitas tener contenido, porque tiene que haber un plus, y, en mi caso, ese plus es la actitud.

Una mujer así es muy peligrosa…

-Claro y desarmo a cualquiera. Ese el problema del hombre venezolano, que siempre quiere tener el control, pero casi siempre lo tengo yo. Sencillamente no me puedes encadenar, tienes que esforzarte más allá de tres palabras y dos rosas. Yo necesito contenido, porque es lo que yo ofrezco, yo no sólo soy un cuerpo, que llega, lo ves y se desnuda.

Tienes no sé cuántos miles de seguidores en las redes sociales que, de alguna manera, se identifican contigo…

-Me parece brutal cuando la gente me twitea, me habla de cosas que le recuerdan a Yei Love, como fotos de tacones, animal print. Lo que significa que estoy emitiendo los mensajes correctos para recibir la cantidad de respuestas que necesito. Y es llamativo el hecho de que la mayoría de mis seguidoras son chicas. Todo esto está creando una nueva onda, hay chicas que quieren ser como yo, por lo que he tratado de demostrar a través de foto y de lo que escribo que detrás de todo hay un personaje.

Yo veo lo que haces como un nuevo tipo de autoayuda…

-Los psicólogos se hacen en famoso por el oído. Hoy día es difícil que la gente te oiga. Pero a mí me llegan infinidades de chicas que sienten que a pesar de que sea una personalidad twitera, cuando me leen compartimos y nos sentimos súper identificadas y dicen: eso yo lo viví, eso yo lo pasé, y de verdad que la respuesta ha sido increíble.

¿A dónde quieres llegar? ¿Qué norte tienes o para Yei Love no existe eso?

-A medida que voy haciendo el camino, voy descubriendo cosas nuevas que me llaman la atención, siempre he tenido objetivos y metas. Pienso hacer radio dentro de poco. Una vez hice un programa por cable y para ese momento yo estaba un poco más gorda y tenía otro tipo de problemas físicos. Cuando me vi en televisión, amé mi voz, me gustó saber que me oigo así. De hecho siempre he bromeado con tener una línea caliente, pero la radio me parece súper interesante, por ser el medio de mayor difusión. Me gustaría hacer teatro estoy enfrascada en una obra, creo este es uno de los proyectos más importantes en mi vida.

¿Desde hace cuanto no tienes sexo tú?

-En estos días creo que lo twitee y todo, creo que debo reevaluar mi vida sexual. Yo adoro mi cama, adoro estar metida en mi casa. La gente me ve demasiado spice girl porque la gente me invita a sitios, pero adoro estar en mi cama, para salir me cuesta muchísimo.

El año pasado tuve una relación que hizo mella en mí. Dios obra de maneras maravillosas, lo he leído en millones de camioneticas y lo he escuchado a millones de evangélicos, pero hasta que no le pasa a uno, no lo cree. Lloré, sufrí, como cualquier ama de casa y estaba absolutamente entregada. Pero lo importante es que la mujer aprenda a valorarse, a pesar de los estándares que hay que cumplir.

Ehhh… ¿qué fue lo que dijiste? Sorry, estaba viendo tu escote…

Carlos Flores| @CodigoVenezuela