Conchita Wurst triunfa en el festival de música de Eurovisión en Copenhague,
donde conquistó a todo el público con su imponente voz y encanto
El travesti Conchita Wurst, el álter ego en forma de mujer barbuda del austríaco Tom Neuwirth, se coronó en el festival de Eurovisión en Copenhague con un triunfo incontestable, pero inesperado hace apenas unos días en una final en la que por primera vez en varios años no había un favorito claro.
Su victoria vino avalada por el fervor popular, que quedó demostrado por primera vez hace dos días en la segunda semifinal, en la que demostró que iba en serio con «Rise Like a Phoenix», una balada épica al estilo de la música de las películas de James Bond.
La polémica sobre su aspecto puso el resto, así como el favor indisimulado de la organización del festival, que le dio más minutos y le dedicó más atención que a nadie.
Ruth Lorenzo quedó décima, empatada a puntos con Dinamarca, novena, y devolviendo a España a las posiciones de privilegio después del batacazo del año pasado en Suecia de El sueño de Morfeo, que acabaron penúltimos.
Por detrás de Austria quedó Holanda, cuyo tema con toque «country» siguió un recorrido similar al suyo y le permitió lograr una posición muy superior a la que parecía destinado hace una semana: lo contrario que Suecia, la favorita de los últimos días, y Armenia, que fue perdiendo fuelle con el paso de los días.
EFE en español EFE – Agencia EFE