En su cumpleaños 50, las cosas no le salieron a Tom Cruise como las había pensado.

El actor tenía planeado celebrar ayer su onomástico en Islandia -donde rueda la cinta ‘Oblivion’- junto a su esposa Katie Holmes y su hija Suri, disfrutando las bellezas de esa ciudad, pero ésto ya no fue posible tras la demanda de divorcio interpuesta sorpresivamente por Holmes el viernes.

«Islandia es hermosa. Nos encanta excursionar, así que (para el día de su cumpleaños) realizaremos algunos paseos y, tal vez, incluso vayamos a acampar», había contado el actor hace algunas semanas a la revista People, sobre sus planes de festejo.

Pero en lugar de eso, la estrella abandonó Islandia la madrugada de ayer, junto con su hijo Connor, y se trasladó en su jet privado a California, donde tiene su residencia principal, para reunirse con sus abogados, según informó una fuente a la revista, mientras que Katie y Suri se encuentran en Nueva York.