Sabrina Sabrok rompe el silencio sobre su pasado y revela ante las cámaras que fue víctima de maltrato en su niñez dentro de su núcleo familiar.

«Tengo una familia de porquería. La verdad me da verguenza decirlo, pero lo tengo que decir; eso me ha afectado mucho desde que tengo uso de razón, fue como una película de horror», señaló la voluptuosa modelo, y agregó: «Maltrato, abusos físicos y psicológicos, las peores cosas de mi vida».

Invitada a la fiesta de cumpleaños de Ricardo González «Cepillín», la argentina decidió hacer pública la historia de su infancia luego de que su familia la difamara en diferentes medios.

«Con quien tengo problemas es con mi familia que está en argentina, se están metiendo mucho conmigo. Ellos me abandonaron cuando era chica, después cuando yo empecé a salir en la tele y todo me empezaron a pedir dinero, nada más era por puro interés, entonces yo no les hablé más.

«Como ya no les doy (dinero) empezaron a armarme problemas, van a que les paguen exclusivas para hablar mal de mí», arremetió.

Sabrina califica su niñez como tormentosa, ya sin importarle el impacto que causen estas revelaciones a sus parientes.

«De niña me hicieron de todo, lo más feo que existe en el mundo. Yo nunca lo había dicho, pero ahora como me están jodiendo tanto lo voy a decir:

«Ellos trabajan de educadores en escuelas secundarias y no tendrían que hacerlo porque con lo que me hicieron, ningún padre dejaría que sus hijos se acercaran a esas personas. Maltrato, abusos físicos y psicológicos, las peores cosas de mi vida».??

La también cantante sigue los cuidados necesarios para que su cirugía en la que se cambió el color de ojos sea un éxito, ya que aún corre peligro de que su cuerpo rechace los implantes.

«Me tengo que cuidar del sol, de no tallarme los ojos, un montón de cosas, usar gotas lubricantes, de todo. Hasta ahora voy bien, pero los primeros días estuve súper delicada, con los ojos hinchados casi a punto de quedar ciega porque no veía nada.

«Ya dije que nunca más me voy a operar, si salgo bien de esta, ya no me vuelvo a operar».