Tener bajos niveles de prolactina en el cuerpo no sólo genera la reducción del deseo sexual masculino,

sino que además deteriora la misma función sexual, evita el goce pleno de los orgasmos y los hace más propensos.

La prolactina es mejor conocido por su papel de la hormona que estimula el desarrollo mamario y la producción de leche en las mujeres, pero también está implicado en el deseo sexual masculino. Experimentos previos realizados en ratones machos, quienes recibieron una dosis de prolactina extra, mostraron un aumento en el deseo sexual.

Además los componentes químicos presentes en el sudor de las madres que amamantan podrían despertar el deseo sexual, a los cuales son especialmente susceptibles las mujeres.

Jennifer Talaverano / NetJoven