El primer disco de un grupo de rock siempre es una fotografía irrepetible. La historia de la música cuenta con un buen

número de obras que brillaron por su frescura, atrevimiento e inocencia en épocas en las que el género había caído en cierto letargo y aburrimiento. Es así que en algunos casos las bandas mencionadas líneas abajo no volvieron a conseguir el mismo espíritu que en sus discos iniciales y algunas, más inteligentes, desaparecieron dejando obras inalcanzables como legado.

Estos 10 discos debut escribieron capítulos importantes en la gran enciclopedia del rock and roll, y muchas de ellas son y serán irrepetibles.

01.- Nevermind The Bollocks: Here’s The Sex Pistols – Sex Pistols.
El valor fundamental de un disco histórico tiene necesariamente que recurrir a la estela de influencia que dejó tras su publicación, y en el caso del primer disco de un grupo esta característica crece exponencialmente. El único larga duración que editó el experimento del polémico manager inglés Malcolm McClaren, al que llamó Sex Pistols, sencillamente fue el punto inicial de una serie de manifestaciones culturales y contra culturales que fueron bautizadas como punk. Si bien el disco tenía una connotación revolucionaria, la placa contenía un desarrollo musical sobresaliente, canciones infectadas de ira, coros extra pegajosos y una impronta subversiva que devino en películas, colecciones de moda, libros y juguetes con la marca “punkeke”. Nada fue lo mismo tras el 28 de octubre de 1977, fecha de su lanzamiento.

02.- Appetite For Destruction – Guns N’Roses. Legendario, inigualable, insuperable, inimitable y otros adjetivos similares le calzaron perfecto al grupo de 12 canciones editadas por la malograda banda de Los Ángeles llamada Guns N’Roses. Estos delincuentes en potencia consiguieron una marca récord, ya que su primera placa de 1987 fue el debut más vendido en la historia de los Estados Unidos. ¿La fórmula? Rock primitivo y vulgar como siempre debió haber sido, con el añadido de tener como frontman al “hijo de Satanás y una estrella porno” (Axl Rose) y un guitarrista inspirado y carismático llamado Slash. La suciedad nunca sonó tan bien.

03.- Definitely Maybe – Oasis.
Tras la muerte de Kurt Cobain, en 1994, el mundo necesitaba un nuevo remezón en la industria que parchara el vacío dejado por el mesías del grunge e identificara a una generación que buscaba nuevos héroes. La respuesta vino del otro lado del charco, cuando los hermanos Gallagher lanzaron en agosto de ese mismo año un disco brillante y profundamente urbano. Los sueños adolescentes, las necesidades de fama y el constante revisionismo de las grandes leyendas del género fueron los principales factores por los cuales este disco fue el debut más vendido de Inglaterra en su historia, título que en 2006 les arrebató los Arctic Monkeys. Finalmente, “Live Forever”, “Supersonic”, “Rock And Roll Star” y “Cigarettes and Alcohol”, son grandes argumentos para tener este álbum en casa.

04.- Led Zeppelin – Led Zeppelin. El primer grito de Robert Plant cubierto por una maraña de acordes de Jimmy Page fue una declaración de principios que mantuvo viva una nueva propuesta sonora que el mundo vio nacer con algo de temor. El hard rock, una especie de fenómeno mutante que se amparaba en excesivo volumen y exuberantes registros vocales, fue sin duda absoluta responsabilidad de este primer documento de Led Zeppelin. “Communication Breakdown”, “Dazed and Confused”, “How Many More Times”, o el estruendoso final de “Babe, I’m Gonna Leave You”, apabullaron a los incautos que se atrevieron a oír el disco a todo volumen en 1969, y hoy a más de 40 años de su edición, aún causa escalofríos. Una joya absoluta y pesada.

05.- Is This It – The Strokes. En 2001 el rock había caído nuevamente en el aburrimiento y la falta de sorpresa, discos planos con millonarios productores abundaban en las listas y el new metal ya estaba llegando a niveles de hartazgo. Entonces un quinteto de muchachos bien parecidos, con apellidos rimbombantes y apariencia de “modelos de pasarela” tomaron las riendas del negocio bajo la supervisión de RCA Records. The Strokes empezó su conquista desde Inglaterra a pesar de que Nueva York era su hábitat natural, logrando con 11 canciones de rock rasposo un revival de bandas de rock amparadas sólo en sus argumentos musicales. En 2007, la placa fue seleccionada por la revista Q con el puesto 21 entre “los discos que cambió la música”. ¿Les queda alguna duda?

06.- Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not – Arctic Monkeys.
Para 2006 un nuevo récord se rompió en el Reino Unido. Un cuarteto de Sheffield lanzó un CD que tuvo un proceso de promoción atípico, ya que aprovechando el boom de las redes sociales las canciones pasaron de PC en PC antes de llegar a las tiendas. El resultado de todo este fenómeno de internet llevó a que el trabajo vendiera una cifra monstruosa en la primera semana de ventas y le quitaran a Oasis el galardón del “primer álbum de un grupo que más discos vendió en Inglaterra”. La tensión, frescura y vértigo de estas 14 canciones quedó grabada en las cabezas de una nueva estirpe de melómanos conectados a un iPod.

07.- Ten – Pearl Jam.
Antes del estallido del grunge como máquina hacedora de dinero, Eddie Vedder y cuatro talentosos músicos publicaron un retrato desgarrador de la realidad de una sociedad norteamericana quebrada y desierta. Hablando de violencia en las escuelas, el uso indiscriminado de armas, asesinatos, el suicidio y las enfermedades mentales, este disco -que prensaba doce canciones de hard rock- fue el comienzo institucional de un género que reanimó a una industria musical que vería luego en Nirvana su mayor despegue comercial en muchos años. 12 Discos de Platino después, este perfecto engranaje se vio lubricado gracias a macizas piezas de orfebrería como “Alive”, “Jeremy” o “Even Flow”. Sin duda, un buen comienzo para una carrera que luego tuvo picos de lucidez nunca comparables como su debut.

08.- Funeral – Arcade Fire.
Música visceral, himnos de estadio, complicados arreglos barrocos y una desquiciada orquesta de freaks, fue lo que hizo de esta producción de 2004 uno de los mejores discos de los últimos tiempos. Arcade Fire se inscribió en el panorama pop con una resolución musical poderosa y manipuladora. Los medios especializados se pelearon por bautizarlos y encontrarles etiquetas, las discusiones –incluso- establecieron sus coordenadas de influencia: Bruce Springsteen y Talking Heads susurraban en los surcos de este plástico que se vanagloriaba de épicas de art rock como “Neighbourhood #1 (Tunnels)”, “Neighbourhood #4 (7 kettles)”, “Wake up” y “Rebellion (Lies)”. En los tiempos del monopolio de internet apareció un grupo transgresor que sin poses de estrellas logró una insignia reluciente.

09.-Black Sabbath – Black Sabbath.
Esta producción, puesta a la venta el 13 de febrero de 1970, estableció una soberbia y arrogante declaración de principios que a la crítica no le gustó para nada. Y es que todo en este disco era tenebroso y oscuro, desde la portada -que fue tema de discusión por su posible connotación satánica o hechicera-, hasta sus chirriantes sonidos que en aquel año eran difíciles de entender dentro del circuito de periodistas especializados. Black Sabbath firmó la partida de nacimiento de uno de los géneros más impenetrables de nuestra era: el heavy metal, y delimitó los parámetros para una seguidilla de agrupaciones que los veneraron como sus auténticos próceres. Tan sencillo como decir que sin esta producción no existirían ni Metallica, Iron Maiden, Soundgarden o M.A.S.A.C.R.E. ¡Dios salve a Sabbath!

10.- Velvet Underground & Nico – Velvet Underground.
La revista Uncut colocó en la primera posición de los 100 mejores discos debut de todos los tiempos a esta obra conceptual de Velvet Underground, que se enfrentó a una sociedad agrietada por las drogas duras y la pérdida de la inocencia. Lou Reed, un periodista cansado de escribir cosas que no le gustaban, conoce en 1964 a John Cale, un músico inglés con una apasionante experimentación sonora, y empieza a nacer uno de los proyectos más bizarros de la época. Andy Warhol supuso una especie de producción artística en este disco, aportando la inclusión de una sensual modelo y cantante llamada Nico que calzaba su voz con toda la nebulosa que la banda planeaba grabar. El “disco de la banana” era primitivo y sofisticado a la vez, una conjunción de fuerzas creativas que le dieron sonido a las alucinaciones de un grupo de jóvenes perdidos. Fue editado en 1967 y para muchos fueron más importantes que los Beatles sólo por este LP.

Bonus Track:

The Stone Roses – The Stone Roses. En abril de 1989 Manchester estaba preparada para convertirse en la capital mundial del desenfreno electrónico. En medio de todo este renacimiento cultural se estaban formando pandillas de “músicos/delincuentes” que, al no tener otra cosa que hacer, inventaron una vía de escape a su desempleo formando bandas de rock. Es así que empatados con Inspiral Carpets y Happy Mondays, los Stone Roses lanzaron un disco magnífico. Con la producción de Stuart Price, la banda -liderada por Ian Brown- compuso una lista de himnos independientes que pavimentó el terreno para los futuros héroes del brit pop. “Una obra maestra tan perfecta que casi parece accidental”, definió la revista Switch de México, en su directorio de los 100 mejores discos del siglo XX.

Fuente: Cortesia Arturo Puescas – Terra Stereo