Coincidiendo con el lanzamiento de su nuevo álbum Música+Alma+SexoRicky Martin da un pasito pa’lante y se sincera con sus fans. El puertorriqueño, padre de Matteo y Valentino, nacidos de un vientre de alquiler
, habla de su paternidad, su vuelta a la música y sus sentimientos más personales.
Según recoge Parade, el cantante no tiene ninguna duda en afirmar que sus hijos son lo mejor de su vida. «Mucha gente piensa que tiene que ser una locura criar a dos niños a la vez siendo padre soltero. En realidad, muchas veces puede ser agotador, pero no lo cambiaría por nada del mundo. No imagino nada mejor que a tu hijo de dos años diciéndote cada hora ‘Papi te quiero'», ha confesado el cantante.
«Mis hijos me enseñan cosas a diario. Siendo padre he aprendido mucho sobre la sencillez y el amor incondicional. Sé que puedo sonar como un viejo cliché pero, de verdad, así es la vida real. Lo has escuchado siempre pero, cuando vives en primera persona cómo ese amor va creciendo más y más cada día es, sencillamente, increible».
Y, al parecer, la pasión que el cantante profesa a sus hijos se la devuelven los gemelos en forma de admiración ya que, según explica Ricky, los niños quieren ser como su papá. «El otro día entramos en una juguetería y los chicos fueron directos a un pequeño piano. Los dos a la vez. Fue precioso porque yo no les estoy forzando para nada».
El cantante, que está deseando volver a subirse al escenario, ha planeado una intensa gira para el presente año. «Lo creáis o no, volver a actuar va a ser muy relajante después de haber pasado tanto tiempo trabajando en un estudio. Ahora tengo la oportunidad de ver la reacción de la gente, de los fans, y eso me encanta».
De la marcha de su carrera artística durante la década de los noventa afirma no arrepentirse de nada. «Fue una época de mucho trabajo en la que tan sólo quería ser el número uno, como todo el mundo. Fue bonito ver la reacción de América reconociendo lo duro que había trabajado durante tanto tiempo».
Respecto a cómo le ha afectado la fama, Martin asegura sentirse afortunado. «Yo he tenido mucha suerte porque estoy rodeado de gente maravillosa que realmente me apoya y me dice cuándo estoy equivocado. Mi madre siempre ha estado a mi lado y continúo teniendo los mismos amigos que cuando tenía 14 años. Son mis amigos de verdad y me avisan cuándo me comporto como un idiota o cuándo no estoy siendo yo mismo».
