Hoy le damos la bienvenida con sus relatos eroticos a: VALERIA MARTELL, nació en la Ciudad de México, licenciada en Finanzas y en algún momento tomo decisiones que marcaron su vida y de las cuales no se arrepiente.

En el 2015 entró al Concurso de Novela Corta Digital de Novelistik, siendo su trabajo el más leído de esa plataforma. A principios de 2016 escribió el polémico libro Al Punto G, con el cual comenzó a dar conferencias sobre temas de los que pocos se atreven a hablar. A mediados de este año sale a la venta Diario Erótico, 1000 noches de escort, es su primer novela

Su primer Relato Erotico se llama »EL MAÑANERO»... Disfruten

Tras tres intentos fallidos, llego el día. Fue difícil ponernos de acuerdo por el horario tanto mío como de él, pero cuando se quiere se puede.Hace mas de una semana había surgido en mi la curiosidad de conocer a este caballero, habíamos platicado por teléfono y su actitud simplemente me agrado. Algunas veces nos mensajeabamos coquetamente y eso creo que hacia que en efecto mi curiosidad por conocerlo fuera mayor. Y algunos de los ultimo mensajes eran ya mas que claros que existía un deseo.

La cita fue en uno de los moteles mas famosos de la Ciudad de México.

Llevaba bajo mi ropa casual un coordinado rosa que hacia juego con un liguero y unas medias de red. Entre mas me acercaba a la habitación, mas en mi crecía la excitación, no me preguntaba cómo sería físicamente él, sino quería probar y sentir todo aquello que en algunos mensajes me menciono.

Apenas toque la puerta, cuando abrió, solo pude decir ¡Hola! y a menos de un metro de distancia de la puerta me beso tan apasionadamente y siiiii!!! me robo el aliento, mis siguientes palabras después del beso como que no tenían mucho sentido, nos volvimos a besar y nos despojamos de la ropa, yo me quede con la lencería. Él aún estando de pie y yo en la orilla de la cama, hice lo propio, chupar su verga, con tanto deseo, porque así fue, deseaba sentirlo. Me quite el sostén y nos recostamos en la cama, continuamos besándonos, yo sentía su verga sobre mi, el aire acondicionado y su forma de besarme me ponían duros los pezones, sentía como se iban humedeciendo mis labios y como mi boca no podía dejar de besarlo.

Poco a poco él fue recorriendo mi cuello, mis pezones, mi abdomen, hasta llegar a mis labios, fue entonces cuando me despojo de la tanga, el liguero y las medias, cerré los ojos y solo me deje llevar por lo que él hacía en mi.

Su lengua rozo mis labios, abrí las piernas, dejándolo probar mi intimidad, mis pezones duritos, yo humedecía mi boca, sentía que se me resecaba con mis gemidos. No se cuanto tiempo estuvo probando de mi, en más de una ocasión estuve a punto de tener un orgasmo, pero yo no quería tenerlo, quería tenerlo cuando su verga la tuviera dentro de mi, para que él también sintiera todo el placer que me hacia sentir.

Fue subiendo lentamente, volviendo a chupar mis pezones, quedando sobre mi, besando mi cuello, le tome una mano, en señal de que iba demasiado bien, varias veces sentí la dureza de su verga sobre mi, al igual que todo su cuerpo, los besos eran muy apasionados, como lo hacen los amantes.

Después de un rato llego mi turno de regresarle tanta pasión, él quedo recostado y también fui bajando poco a poco, hasta llegar a su verga, chuparla primero suave y después fuerte, le gusta que me la trague toda, su mayor excitación llegaba cuando me tomaba del cabello un tanto fuerte y hacia que me tragara toda la verga, le chupe las bolas y había entendido como debía chuparla, hasta que él termino en mi boca.


En el Inter platicamos un poco de todo lo que le había confiado. Además de la actitud tan padre que me había mostrado en casi dos semanas, también había aprendido a confiar en él.

Para ese momento aún no lograba yo tener un orgasmo y lo supo, pero nos quedaba tiempo, el suficiente para volver a repetir un poco de todo.  No sin antes hacer una petición especial… ¿Puedo grabar el encuentro, te prometo que será tuyo y mío? A él le convenía menos que a mi, que ese material fuera mal usado, así que accedí, ella grabación fue con mi iPhone, lo puso a la altura de la pantalla de la habitación. Y esto es lo que paso:

Nos besamos y volví a recorrer su cuerpo hasta llegar a su verga. La chupe como le gusta, el me agarra del cabello. De pronto sentí que podría terminar y tome un preservativo, se lo coloque y me subí, primero con movimientos lentos y acercándome a besarlo, apretaba mis senos y me acariciaba las piernas, me comencé a mover mas rápido, mis gemidos eran incontrolables.


Me seguí moviendo rápido y me tomo de las manos, las puso en su pecho y yo sólo podía mover las caderas para delante y atrás, creo que si nos hubiéramos puesto de acuerdo no se logra, pero tuvimos nuestro orgasmo casi al mismo tiempo y para mi eso fue como llegar más allá del cielo.

Como siempre el tiempo y las demás actividades son quienes marcan la pauta a dar por terminada la cita. Me metí a enjuagar. Nos vestimos y arreglamos un poco. Bajamos juntos de la habitación y nos despedimos.

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