Los documentales de la región andina compitieron en cuatro categorías. Excelencia y calidad caracterizaron los trabajos que estuvieron compitiendo por el Premio Regional Andino de Cine Documental: Documenta 2009.
Estas palabras salieron de quienes formaron parte del jurado mientras se encontraban en el podium de la sala Cinemateca Celarg 2, el 21 de octubre en horas de la noche, para celebrar el cierre y la entrega de reconocimientos a los documentalistas ganadores en las distintas categorías.
30 documentales compitieron en las categorías andinas y 12 en la nacional. Tras 15 días de Festival, había llegado la hora de premiar los mejores trabajos. En la Sala Celarg 2 se dieron cita, miembros de la Embajada Francesa, el jurado correspondiente y apasionados del cine.

Este festival contó con los trabajos de los países andinos: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela que compitieron en los renglones: Mejor Largometraje Documental Andino, Mejor cortometraje documental andino, Mejor Opera Prima Documental Andina y Mejor Documental Nacional Venezolano.

El encargado de cooperación audiovisual de la embajada de Francia, Pascal Schenk, fue el moderador de la ceremonia; entre sus palabras iniciales hizo un agradecimiento a la Fundación Cinemateca Nacional por su buena disposición de ofrecer sus espacios para las proyecciones. Asimismo, quiso enaltecer el género: “el documental es el único camino que tiene la gente común para poder expresarse ante el mundo a través de los medios de comunicación mas efectivos, el cine y la televisión.”

Luego, el consejero de cooperación y acción cultural, Lionel Paradisi-Coulouma  mencionó que el éxito de este festival se debió a la cantidad de trabajos presentados y sobretodo a la calidad de cada uno de ellos. “Documenta es un encuentro que ha crecido en forma plenamente satisfactoria tanto a nivel de cineastas como nivel del publico, gracias a la programación de documentales excepcionales y a la presencia de profesionales distinguidos en cada edición”, dijo el consejero cultural.  

Acto seguido, presentó  al jurado, conformado por ojos críticos y expertos del mundo cinematográfico y documental, ellos son: el reconocido cineasta venezolano Alfredo Anzola, presidente del jurado; Beatriz Bermúdez, antropóloga, hoy Coordinadora Latinoamericana de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas; Cesar Cortez, cineasta y fundador de la Escuela de Cine Documental de Caracas. Y dos invitados extranjeros; Tono Folguera, cineasta español e Yve Billion, director y productor francés.  

Ambos cineastas extranjeros coincidieron en que todos los trabajos estudiados eran de excelente factura y con temas bien trabajados. Por ello, aparte de las categorías ya aludidas “inventamos algunas menciones y algunos premios, porque realmente costó decidir, cosa que no es muy habitual en otras competencias en las que he tenido la oportunidad de participar como jurado, esto es un buen síntoma. Es un honor para mí conocer estos documentales”, finalizó el cineasta español.

Premiación

Antes de iniciar con los reconocimientos, Alfredo Anzola se aproximó al podium y quiso ser breve alegando que todas las películas, sin excepción, son merecedoras de premios, “esto fue un caso excepcional”, aseguró el cineasta venezolano.

La estatuilla, que se entregó como homenaje a los documentales ganadores fue moldeada por el artista venezolano Leonel Durán, inspirada en la India del Paraíso, obra de Eloy Palacios. Esta escultura es el punto de encuentro de las avenidas Páez, O’Higgins, Teherán y Principal de La Vega,

La primera entrega de la noche le correspondió al documental Fantasmo (trabajo sobre el presidente Hugo Chávez) del joven venezolano Jonás Romero, en la categoría de Mejor Documental Nacional Venezolano. El premio, aparte de la estatuilla, consiste en viajar al Festival de Cine de Bogotá el año próximo para mostrar la película.

En la categoría Mejor Opera Prima Documental Andina, ganó Memoria de Quito, del ecuatoriano Mauricio Velasco, narra la historia de una fotografía hecha en  la primera década del siglo pasado que permanece anónima hasta hoy. En el renglón Mejor Cortometraje Documental  Andino, México ilegal del venezolano Pedro Ruiz mereció la estatuilla. Es un documental dedicado a “los miles de sin papeles de Centroamérica, a estos aventureros sin dinero que se sirven de un tren de carga para convertirlo en el medio más popular para atravesar México. Paremos de seguir promocionando esa trampa llamada sueño americano.”, palabras de Pedro Ruiz, escritas desde Montreal y leída en el acto por un allegado. Los triunfadores en estas tres categorías son merecedores también de una computadora portátil.

El premio Mejor largometraje Documental andino, se lo llevó Lucanamarca de los peruanos Carlos Cárdenas y Héctor Galvez. Un trabajo que muestra lo esquiva que puede ser la justicia, al remover las heridas dejadas en los habitantes de Santiago de Lucanamarca, por la matanza ocurrida el 3 de abril del 69. Héctor Galvez hizo presencia y agradeció con estatuilla en mano. Ambos realizadores podrán asistir al Festival Internacional de Cine Documental en París como profesionales acreditados.

En cuanto a las menciones especiales otorgadas, tenemos: Adiós al cholero (Colombia) de Carlos Mario Urrea y Carolina Arango María. El nuevo mundo (Venezuela) de Jorge Walker Torres y Sólo el amor salvará al mundo (Venezuela) de Ricardo Arturo Armas. La premiación finalizó con la proyección de Lucanamarca. “No queda más que desearle larga vida a Documenta” expresaron representantes de la embajada de Francia. (Fin/ Daniella Santander)