La marca responde a la denuncia de Meadow Walker asegurando que su padre sabía los riesgos de pilotar el 2005 Carrera GT.


Meadow Walker , hija del fallecido actor Paul Walker en un accidente de tráfico, interpuso hace dos meses una demanda por homicidio culposo contra Porsche. La respuesta se hizo esperar por parte de la empresa de automóviles, pero según la revista People la marca  » alega que el señor Walker asumió con conocimiento y voluntariamente todos los riesgos y peligros con respecto al uso del 2005 Carrera GT, que los peligros y riesgos eran claros y conocidos por él, y que optó por comportarse arriesgándose a tales peligros y riesgos, asumiendo así la exposición que implica el uso del vehículo».

De hecho, todavía van más allá. Y aseguran que el vehículo «fue mal utilizado e inadecuadamente mantenido», todo ello aunque vean a Paul Walker como  «un usuario profesional y sofisticado del 2005 Carrera GT».

 La demanda de Meadow pone en entredicho la estabilidad del coche y un cinturón de seguridad defectuoso. Apunta, que «sabiendo que el Carrera GT tenía un historial de problemas de inestabilidad y de control, no se pudo instalar un sistema de control electrónico de estabilidad, específicamente diseñado para proteger contra las acciones de girar inherentes a la hipersensibilidad vehículo de este tipo», asegurando que si el cinturón no hubiese estado en mal estado, su padre hubiese salido del coche antes de que se incendiara.

Paul Walker falleció en noviembre de 2013, tras perder su amigo Roger Rodas el control del coche. Según la policía, el exceso de velocidad fue la causa del accidente, al asegurar que iban de 128 a 150 kilómetros por hora en el momento del mortal percance.
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