Si alguna vez te has preguntado por qué la Semana Santa o Pascua cambia de fecha año con año,
aquí te resolvemos la duda. Cada año la comunidad católica celebra la Semana Santa en conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, sin embargo, a diferencia de otras festividades religiosas como Navidad, Epifanía o Día de Reyes y la Candelaria, ésta no tiene una fecha fija.
La razón de esto es que la Semana Santa se rige por el ciclo lunar y no por el calendario gregoriano, implantado por el Papa Gregorio XIII en 1582, que es el que divide el tiempo en la mayoría de países de occidente en días, semanas, meses y años.
El calendario lunar, que dura aproximadamente 28 días, se basa en el periodo que pasa entre dos fases iguales de este cuerpo celeste, como la luna llena o la menguante; y en épocas ancestrales era el método más efectivo para medir diversos eventos de la naturaleza.
Se sabe que el día que Jesucristo realizó la Última Cena con sus discípulos (Jueves Santo) era noche de luna llena, ya que estaban celebrando la pascua judía, una festividad que por tradición se realizaba en luna llena para conmemorar que cuando el pueblo judío salió de Egipto este astro los alumbró y no necesitaron linternas que pudieran ponerlos en evidencia ante el faraón.
A partir de entonces la Iglesia Católica instauró que la Semana Santa se celebraría justo después del primer plenilunio (luna llena) de primavera boreal (al norte del ecuador), partiendo del Jueves para fijar el resto de las festividades en el año litúrgico como Miércoles de Ceniza o Pentecostés.
La Semana Santa inicia en la celebración del Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Resurrección e incluye los sucesos de la Última Cena (Jueves Santo), el juicio, Viacrucis y muerte de Jesucristo (Viernes Santo), su descenso a los infiernos (Sábado de Gloria) y su ascensión al cielo (Domingo de Resurrección).