Quinta esencia del reloj de submarinismo, referente absoluto en su género, el  Submariner ha ampliado sus horizontes y ha dado un paso adelante de los motivos iniciales que en 1953 lo vieron nacer

; pero sin olvidar nunca sus orígenes acuáticos y se presenta como una excelente opción para los caballeros esta temporada.

Habitual de los fondos marinos, el Submariner, conquistó tierra firme hace mucho tiempo imponiéndose como símbolo del reloj de acción ideal para el hombre dinámico y actual. Este robusto y moderno modelo, nunca ha dejado de simbolizar la supremacía de Rolex en materia de impermeabilidad. En sus inicios tenía una hermeticidad de 100 metros, mas tarde llegó a 200 metros y con el paso del tiempo y continuas investigaciones, que siguieron a su lanzamiento, a 300 metros de profundidad.

Siempre innovando

Entre las nuevas características destaca el bisel giratorio con disco Cerachrom de esfera verde, prácticamente irrayable con graduaciones de platino. Disponible en acero 904L, su caja de 40 mm es sinónimo de robustez, hermeticidad y resistencia a la corrosión. Cristal de zafiro con lente Cyclops tratado antirreflejo

Acostumbrado a la penumbra de los fondos marinos, el nuevo Submariner Date ofrece una legibilidad excepcional de la esfera gracias a que los números y a las agujas están recubiertos de un material luminiscente Chromalight. Su movimiento mecánico provisto del rotor Perpetual y de la espiral Parachrom, encierra una precisión cronométrica y una fiabilidad reforzadas. Además, su bisel giratorio unidireccional graduado permite leer el tiempo de inmersión con total seguridad.

Con un poder de seducción que nunca pasa de moda, el nuevo Submariner destaca por su comodidad y confort gracias al cierre Rolex Glidelock, que permite un fácil ajuste del brazalete. De esta manera Rolex pone, una vez más, de manifiesto su potencial creativo para innovar y reinterpretar continuamente los fundamentos que presiden el éxito de sus relojes.

«Tengo muchos defectos»
Julio Iglesias: «Me arrepiento de muchas cosas»

RABAT, 24 May. (EUROPA PRESS)

A sus 66 años de vida, el cantante español ha confesado que se arrepiente de «muchas cosas», entre ellas el «haber

perdido mucho el tiempo» debido a su manía por el orden. Sin embargo, Julio Iglesias afirma que, de no ser por ese

defecto en concreto, no podría haberse dedicado a la canción.

Antes de un concierto en el Festival Magazine de Rabat (Marruecos), el cantante español más internacional se

confesó a Europa Press: «Tengo muchos defectos. Son los lógicos que tiene el ser humano. Soy una persona a la que le

gustan las cosas en orden, lo cual es un defecto, porque se pierde mucho el tiempo».

Y por eso mismo, Julio se arrepiente «de muchas cosas, aunque cada vez de menos». Pero asegura que gracias a la

gran disciplina que tiene ha podido lograr ser cantante y de no haber sido así, tal vez, no estaría en Rabat

cantando.

«Si no hubiese tenido disciplina, nunca habría tenido la suerte de poder cantar aquí». Y es que Julio se siente

muy contento de haber regresado a Marruecos, un país en el que ha actuado siempre que ha podido durante los últimos

40 años.

Durante la entrevista, el cantante reconoció que no se ve haciendo versiones de canciones  actuales, ya que cree,

aunque «la música de hoy en día tiene muchas cosas formidables», la adaptación «para artistas como yo, que llevo más

de 40 años cantando, no es fácil».

Y aunque por falta de canciones no se trata, el artista admite que no ha escrito ni una dedicada a su mujer.

«Quiero mucho a mi mujer, estoy enamorado de ella… pero nunca le he dedicado una canción, pero le he hecho cinco

hijos maravillosos».

Mejor conservado que nunca, y pese a que él considera que se le ha acabado el encanto, Julio Iglesias desvela el

secreto para mantenerse tan joven a los 66 años: «agua, beber siempre mucho agua». Cualquiera diría que sólo bebiendo

agua pueda uno conservarse así.

Tan bien se encuentra nuestro artista más internacional, que ni se le pasa por la cabeza dejar de cantar. De

hecho, la semana que viene, Iglesias comienza una gira de dos meses por Estados Unidos y Canadá. «Sé que si dejo de

cantar, moriré. Si hay algo en mi vida que no ha disminuido, sino al contrario, es la pasión, las ganas y el placer

de cantar».