Para mí la argentina Muriel es, desde siempre, uno de los seres más perfectos que han caminado jamás sobre la faz del planeta.

Así de simple. Lo he tenido siempre tan presente que ni se me pasó por la cabeza que en esta santa casa no le hubiéramos dedicado al menos un par de entradas, hasta que el otro día, a raíz de las sesiones de Petter Hegre en terreno mexicano, investigué y se consumó la tragedia: no había nada. Para poner fin al drama, hoy recopilo parte de su material.