Interpretó roles muy diferentes, desde una estafadora hasta una cabeza hueca, pero su papel como la contrafigura de Natalie Portman en El cisne negro la lanzó al estrellato.

En esta nota descubrimos que ella es más divertida y apasionada de lo que parece.

Yo no soy famosa”, dice Mila Kunis mientras cenamos en un restaurante chic en el Uper East de Nueva York. “En todo caso, estoy empezando a ser popular”. Es increíble que ella diga eso, teniendo en cuenta que durante ocho años fue la popular Jackie Burkhart en That ´70s Show, y que protagonizó a una asesina sexy en la película Max Payne (junto a Mark Wahlberg) y a una chica de armas llevar en El libro de los secretos (junto a Denzel Washington). Es más: en El cisne negro fue una bailarina y la contrafigura de Natalie Portman, el rol que le valió el premio como Mejor Actriz Joven en el Festival de Cine de Venecia y una nominación a los Golden Globes como Mejor Actriz de Reparto. Sí, es una chica glamorosa. Pero viéndola pinchar las remolachas de su ensalada –“Amo la remolacha”, confiesa–, vestida con un buzo y jeans, Mila, de 27 años, no parece la chica del momento, sino una mujer despreocupada y sencilla.

Su habilidad para interpretar personajes completamente diferentes es extraordinaria. “En El cisne negro, Mila tiene un papel muy sexy y provocador”, comenta el director del film, Darren Aronofsky. “Pero en la vida real, ella tiene los pies en la tierra, es normal y muy natural”, agrega. Su habilidad para pasar de ser una superheroína a convertirse en una chica común, despistada y sabionda, es lo que la coronó como el nuevo objeto de atracción del género masculino. “A todos los hombres les encanta pensar que hay una mujer sexy en su equipo”, dice Seth MacFarlane, creador de la serie Family Guy, quien eligió a Mila para el papel de Meg, hace una década. “Una desaliñada y patética perdedora”, como él mismo señala. “A Mila le encantan los videojuegos, como el de Star Trek , y a pesar de eso es la más sexy del lugar donde se encuentre”, dice Natalie Portman, su coestrella en El cisne negro. El hecho de que sea medio nerd y lindísima al mismo tiempo es lo primero que intriga sobre Mila. Pero después de conocer sus orígenes, el problema de salud que jamás había revelado y el secreto de su seguridad en sí misma, nos convencimos de que es una de las actrices jóvenes más fascinantes de Hollywood.

Infancia salvaje
Cuando tenía solo siete años, Mila emigró junto a su familia desde Ucrania a los Estados Unidos. Abandonar la antigua Unión Soviética en aquel tiempo podía ser complicado (especialmente para los judíos, como el clan Kunis), por eso sus padres mantuvieron en secreto la decisión de mudarse, incluso se lo ocultaron a Mila. “¡Solo me dijeron que nos íbamos a mudar de barrio!”, recuerda. Al día siguiente de haber llegado a Los Ángeles, Mila comenzó el segundo grado. “Fue un enorme choque cultural. Mamá y papá siempre recuerdan que por entonces llegaba a casa llorando todos los días”.

Sus padres, ambos ingenieros, tuvieron que empezar de cero. Su madre consiguió un empleo en una tienda y papá Kunis se vio obligado a emplearse en cualquier actividad. Por ejemplo, de repartidor de pizzas. Todavía trabajan a tiempo completo: actualmente él es taxista y ella cajera en una de las farmacias de la cadena Rite Aid. Ya están en edad de jubilarse, pero se niegan a hacerlo. Mila aprendió inglés rápidamente, y empezó a dar sus primeros pasos en la actuación luego de inscribirse en una clase de teatro “solo para divertirme”, confiesa.

Era una nena tan simpática que a los nueve años ya había hecho su primer comercial. Después vinieron papeles más importantes, como una temporada en la mítica serie de la tevé norteamericana Days of Our Lives, y un personaje en Gia, la película que emitió Cosmopolitan TV sobre la vida de Gia Carangi (una famosísima modelo que llegó a ser tapa de la edición estadounidense de Cosmo), protagonizada por Angelina Jolie, en la que Mila interpretó a Carangi de joven. A los 14 años quiso entrar a la audición de That ´70s Show y mintió sobre su edad para lograr el papel, aunque más tarde confesó la verdad y le asignaron un tutor. Mila estaba decidida a recibirse sin dejar la actuación, y se graduó en el Fairfax High School en Los Ángeles: iba a clase cada vez que había receso de las grabaciones. “En la escuela, yo era una chica rara que aparecía y desaparecía de golpe”, recuerda. “Todos en That ´70s show se preguntaban cómo podía estudiar y actuar al mismo tiempo. Y lo hice porque quería demostrarme que podía ir al colegio y grabar los capítulos de la serie de tevé, ¡y lo logré!”.

Cuando terminaron las grabaciones, Mila tuvo éxito en el cine, y se dio cuenta de que todos sus personajes tenían un denominador común: “Eran espíritus libres”, dice, y su papel en El cisne negro es el mejor ejemplo. La película es un thriller ambientado en el mundo del ballet, coprotagonizado por Portman, que hace de una bailarina perfeccionista, y Mila, su difícil rival, quien obtuvo el papel durante una sesión de iChat con Aronofsky. “La noté muy libre y relajada”, comenta el director. Lo único que le faltaba era aprender danza clásica; pero como era perfecta para el personaje en todos los demás aspectos, él decidió otorgarle el papel. El desafío más difícil para Mila fue un secreto que nunca había revelado públicamente: “Fui ciega de un ojo durante muchos años, y nadie lo supo”, confiesa. Padeció una inflamación del iris que, además de crearle una catarata y alterar la coloración de uno de sus ojos, poco a poco la fue dejando sin visión. “Pero ya no estoy ciega”, asegura feliz. “Hace un par de meses me operaron y me implantaron un lente nuevo”. Cuando le preguntamos si la cirugía la asustó, confiesa que no es temerosa. “Antes le temía a los insectos, pero ya ni eso. Ahora los veo y me digo: ‘¡Debo relajarme!’”.

El miedo es uno de los temas en El cisne negro. Nina, el personaje de Portman, les teme al fracaso y a su propia sexualidad. Su creciente obsesión con su desinhibida rival, Lily (Mila), termina en una vaporosa escena de sexo. “Fue incómodo hacer esa escena hot con ella”, admite Natalie Portman. “Imaginate besar en la boca a tu amiga”, añade Mila, haciendo referencia a que las dos se conocen desde hace muchos años.

Sexy sin querer
Como Mila es una ráfaga de sensualidad en la pantalla, le pedimos algunos tips para atraer a los chicos… ¡Y casi se ahoga en su Martini! “¡No podría ser menos sexy ni aunque lo intentara!”, afirma. “Siempre estoy en jogging, y, además, eructo. Realmente no me siento atractiva”. Claro que es su actitud relajada y natural lo que la vuelve tan sensual. Eso, y el hecho de que es sincera. “Pienso que hacerse la tímida es una tontería. Decí lo que te pasa por la cabeza. Si un hombre se decepciona, entonces era el equivocado”.

Aunque se rumorea que es la novia de Macaulay Culkin desde 2002, ella se niega a hablar de esto. “No voy a decirte nada”, afirma. “La razón por la que puedo tener una relación es que nunca hablo sobre mi vida afectiva”. Pero sí reconoce su lado romántico. “Me gustan las flores. Que me las regalen por mi cumpleaños no es romántico; pero recibirlas porque sí, sin ningún motivo especial, es increíblemente dulce”, revela. ¿Y qué es para ella algo sexy? “La seguridad, no la arrogancia”, señala. ¿La diferencia? “La seguridad es saber quién sos. La arrogancia es saber quién sos y refregárselo a todo el mundo en la cara”. Cuando le preguntamos qué cualidades físicas le atraen de un hombre, contesta: “El look se va, se desvanece; no considero que la apariencia sea importante”.

En su próximo proyecto cinematográfico, Amigos con derecho a roce, un film en el que actúa junto a Justin Timberlake, examina la delgada línea entre la atracción sexual y el amor. “La película es sobre unos amigos que intentan sexo sin involucrar las emociones”, explica. “En lo personal, no creo que eso sea posible”. Y es que para Mila las relaciones son vitales. “Mi felicidad no depende de mi carrera. Me volvería loca si eso fuera lo único que me importara. Lo principal en mi vida son los afectos”, concluye.

Por Aaron Gell.
Fuente: Cosmo online