LOS ANGELES — «Estaba cansado y aburrido de lo mismo», dijo el actor y director Mel Gibson al explicar por qué dejó de actuar durante ocho años, período en el cual su nombre fue noticia por dirigir películas pero

también por un sonado escándalo antisemita que puso en peligro su carrera en Hollywood.

Sin embargo, dos años después del escándalo provocado por un arresto mientras conducía completamente borracho en 2006 y ocho desde que apareció por última vez en la gran pantalla con «Signs» («Señales», 2002) de M. Night Shyamalan, Gibson regresa como protagonista del thriller «Edge of Darkness» el próximo 29 de enero en Norteamérica.

«Estaba cansado y aburrido de lo mismo. Lo he hecho un par de veces. Sólo me alejo y paso un año no actuando y haciendo otra cosa. Creo que es algo natural», agregó el protagonista de la saga «Arma Mortal».

«Tan pronto algo empieza a ser un poco tedioso y quieres algo nuevo es como que tienes que cambiar», apuntó Gibson de 54 años, que en su último papel retoma las dotes de sus emblemáticas cintas de acción, en la piel de un detective que sufre el asesinato de su única hija. El guión se basa en una popular miniserie británica de la BBC de los años 80. En español se titulará «Al filo de la oscuridad» o «Al límite» bajo la dirección de Martin Campbell.

«Me alejé después de ‘Signs’, porque me sentía un poco viciado (…) Así que me centré en la dirección y la escritura y la producción y todo ese tipo de cosas y luego ya era hora de regresar», dijo el director de «Corazón Valiente», cuyo nombre apareció como productor en casi una decena de cintas en los últimos ocho años.

«Tengo el bichito de la actuación de nuevo porque pensé que de pronto, tal vez después de todos estos años yo pueda tener algo nuevo que ofrecer», dijo Gibson en una conferencia de prensa en Santa Mónica (California, oeste), donde se mostró de muy buen humor pero también con incesantes ‘tics’ mientras admitía la «tortura» que está viviendo al intentar dejar de fumar.

«No soy mucho de ejercitarme, trato de comer bien, hacer ejercicio un poco … Pero dejé de fumar y eso es algo en la dirección correcta. Ya no hay más cosas divertidas, ya no hago más cosas divertidas», dijo con el rostro compungido y tirándose los pelos del brazo.

Para el actor conocido por sus problemas con el alcohol, ir dejando los vicios «es ir muriendo ¿no?, Creo que es morir en etapas ¿no? Dejar que las cosas se vayan yendo de a pedazos..», dijo riendo Gibson, que en noviembre se convirtió en padre por octava vez de una niña llamada Lucía junto a su nueva pareja, la cantante rusa Oksana Grigorieva.

Gibson se divorció de su mujer y madre de sus otros siete hijos, Robyn Gibson, en abril pasado después de 30 años de un matrimonio profundamente católico.

Según la prensa rosa, la pareja se separó en 2006 cuando Gibson fue arrestado conduciendo bajo la influencia del alcohol en 2006 y sacudió los pilares de la industria del cine en Hollywood al decir que «los judíos son los culpables de todas las guerras del mundo», un comentario por el que se disculpó públicamente y se internó en un centro de rehabilitación por alcoholismo.

Ahora vuelve y se pregunta si será capaz de hacerlo…

«No hay éxito asegurado. No hay ninguna receta secreta para el éxito. Cada vez que uno sale por ahí, existe la posibilidad del gran fracaso, así seas chef o un director de ópera, un pintor, un actor o lo que sea, un director de cine; en lo que quieras estarás presentando lo tuyo a otras personas, y vas a ser juzgado».

«Es todo un reto», concluye el actor que para el próximo año prepara una cinta de vikingos en nórdico antiguo, su última épica histórica luego de los taquilleros «Corazón Valiente» (1995), «La Pasión de Cristo» (2004) y «Apocalypto» (2006).