Desde hace unos meses, el nombre de Lana del Rey viene sonando con más y más insistencia en la red y en los

medios musicales, alimentando un fenómeno de culto que, con la inminente salida de su primer álbum, promete convertirse en todo un fenómeno de masas.

Admirada en un principio por el público indie,  su voz grave, su atractivo físico, sus orígenes humildes (la chica afirmaba haberse criado en una autocaravana) y la elegancia que desprenden temas como Video Games, que llegó a sonar en la serie Gossip Girls, han acabado llamando la atención de la audiencia más mainstream.

Su disco debut, Born to die, se edita el próximo mes de enero y su primer videoclip hecho con presupuesto profesional circula ya en la red, demostrando que el talento y la perseverancia tienen a veces su justa recompensa.

¿O no es así? Un sector del público se ha sentido engañado desde que salieron a la luz ciertos detalles sobre su vida: su verdadero nombre es Lizzie Grant, hija de Robert Grant, un millonario magnate de Internet cuya fortuna y contactos en la industria podrían haber jugado un papel crucial en el ascenso a la fama de su hija.

Así, no faltan quienes acusan a Lana de ser un producto prefabricado, afirmando que todo en ella, desde su look hasta sus canciones, pasando por sus ya célebres labios, ha sido cuidadosamente preparado para el estrellato. Como argumento a su favor, aducen que el disco que lanzó en 2009 bajo su nombre real fue un sonoro fracaso.

¿Fenómeno o fraude? Esperamos

Via: Los40.com