La aparición de las arrugas se da por el contacto directo de humo de los cigarrillos


Caracas.- El tabaquismo ha sido asociado con una morbilidad significativa que afecta a todos los sistemas del cuerpo, incluyendo la piel y las mucosas. Hay muchos peligros dermatológicos por el uso del tabaco que pueden afectar a la piel, tanto directamente a la epidermis e indirectamente a través de la corriente sanguínea.

Los grandes fumadores pueden ser identificados, de manera típica, por características cutáneas y por las manifestaciones de las mucosas. Los hallazgos clásicos incluyen una decoloración amarilla de los bigotes, y las uñas manchadas por los subproductos del tabaco y por el calor constante. Un tercio de los fumadores tienen pigmentaciones orales especialmente en encías, lengua, y paladar.

En la piel, la manifestación más común de fumar, y quizás la más socialmente preocupante, es el envejecimiento precoz. «La cara de fumador» tiene arrugas prominentes, con delgadez de los rasgos faciales y protagonismo de los contornos óseos subyacentes, una piel atrófica, de apariencia grisácea y de complexión pletórica. El grado de envejecimiento se correlaciona con el número de paquetes fumados por días y años. Este riesgo es mayor en las mujeres que en los hombres. El tabaquismo se asocia con el envejecimiento prematuro y caída del cabello en hombres y mujeres.

La Dra. Zulay Rivera, dermatólogo e internista de UNIMEL, explica que “la aparición de las arrugas se da por el contacto directo de humo de los cigarrillos, lo que reduce los niveles de humedad en el estrato córneo y aumenta la reacción inflamatoria. Además, el humo del cigarrillo es un acelerador importante del proceso de envejecimiento a través de la formación de radicales libres, induce algunas enfermedades, agota la defensa celular y las funciones de reparación, lo que resulta en una acumulación de daños debido a las mutaciones que diariamente se producen en la piel por acción del sol”. Fumar también altera el recambio de la matriz extracelular en la piel, que conduce a un desequilibrio entre la biosíntesis y la degradación de las proteínas del tejido conectivo dérmico como el colágeno y la elastina.

El tabaquismo se asocia con un mayor riesgo de cáncer de piel, especialmente carcinoma espinocelular de pene, vulva, cuello uterino, ano y boca. Las mujeres fumadoras con verrugas genitales son 35 veces más propensas a desarrollar cáncer de la vulva.  Además, los fumadores están más propensos a tener metástasis en casos de melanoma.

La cicatrización de heridas esta afectada en los fumadores por una disminución en la producción de colágeno, del flujo sanguíneo y el aporte de oxígeno a los tejidos, y tienen una mayor predisposición a desarrollar úlceras de presión y úlceras en diabéticos. Existen variadas dermatosis crónicas afectadas por el tabaquismo como la dermatitis por contacto alérgico, dermatitis atópica, psoriasis y la pustulosis palmoplantar. El lupus eritematoso cutáneo se asocia con tabaquismo, ya que pueden participar en su inicio así como disminuir la eficacia del tratamiento con la terapia antimalárica.  

La Dra. Ingrid Rivera, dermatólogo y pediatra de UNIMEL, aclara que “paradójicamente, existen enfermedades de la piel tratadas con nicotina, que ha demostrado ser eficaz como monoterapia en muchas condiciones dermatológicas como las aftas orales y genitales. Esto debido a que inhibe la inflamación, y se ha usado en goma y parches”.

A pesar de los esfuerzos realizados para advertir a la población sobre los peligros de fumar, el tabaco sigue siendo la principal causa de muerte evitable, y en el envejecimiento cutáneo además de otras enfermedades de piel, pelo, uñas y mucosas.

En UNIMEL se cuenta con dermatólogos y médicos estéticos que con su orientación, plataforma láser y plasma rico en plaquetas pueden recuperar la piel dañada por el tabaquismo.

UNIMEL. Unidad Médico Estético Laser. C.C. Terras Plaza, Torre Médica, Piso 11, Urb. Terrazas del Club Hípico. Tlf: 0212-979 02 75 y 0212-975 11 48.  www.unimel.com.ve