Hace más de un año que la diva del R&B falleció a los 27 años de edad, pero ha sido este mismo domingo, 16 de septiembre, cuando sus

familiares más allegados han decidido enterrar sus cenizas. Junto a una lápida rosa y negra, dedicada a la memoria de la artista, descansarán por fin sus restos.

El pasado 23 de julio se cumplía un año de la muerte de Amy Winehouse, pero aunque su voz se apagó para siempre, su música mantiene vivo su espíritu entre sus fans. Este domingo, su familia le dedicaba su último adiós, al enterrar sus cenizas.

La intérprete de Black to Black falleció hace un año, a la edad de 27, por abuso de consumo de alcohol y drogas. Sus cenizas fueron enterradas durante una ceremonia judía que tuvo lugar en Edgware, al norte de Londres.

El homenaje en memoria de la diva fue atendido por 70 allegados -incluyendo a Mitch, el padre de Amy- y los restos de Winehouse fueron depositados bajo tierra en el mismo lugar donde colocaron una lápida rosa y negra.

Según publican en el diario The Sun: «El rosa va en la escritura junto a la imagen de un pájaro cantor», en memoria de la artista. A sus 61 años, Mitch rindió homenaje a la «corta pero dinámica» vida de su hija.

El pasado viernes, la cantante de R&B hubiera cumplido 29 años y su familia se dirigió a todos sus fans a través de la web de la Fundación de la artista: «Mientras el mundo continua llorando la pérdida de una verdadera superestrella, su familia recuerda a su hija, sobrina y hermana que ya no está con ellos».