Diversas revistas aseguran que Kim Kardashian está desesperada por no subir mucho kilos; sin embargo, al socialité no está ni un poco preocupada por su peso.


‘Hay dos o tres portadas que dicen que estoy pesando 90 kilos. Yo pienso ‘tú eres los 20 kilos sobrantes’… Ni siquiera me molestaría si he ganado todo el peso. Soy una dulcera y me encanta la comida chatarra. Estando embarazada, no me gusta nada de eso’, asegura Kim Kardashian.

Por otro lado, Kim Kardashian está ansiosa por ponerle un nombre a su bebé. Debido a que ella y Kanye West tienen como inicial la letra K, ellos creen que sería bonito que su pequeño también tenga K en la primera letra de su nombre.

Por: EV / NetJoven