Estresada por su boda. La boda de Katy Perry y Russell Brand está cada vez más cerca, y los preparativos están estresando mucho a la cantante de Hot N Cold, que no para de fumar.

Tal es su adicción al tabaco que Katy tiene intención de dejarlo acudiendo a alguna terapia, y ha pensado que para ello lo mejor será someterse a sesiones de hipnosis.

El estrés por la cercanía de su boda ha llevado a Katy Perry a desarrollar una gran adicción al tabaco de la que ve difícil salir. Por eso, en vez de centrarse en los chicles y los parches de nicotina, ha decidido ir a por todas y someterse a sesiones de hipnosis para librarse de su dependencia.

«Estoy estresada por la boda y no paro de fumar para calmar los nervios», reconoció la cantante a un amigo, según informa el diario Daily Mirror. «Lo hago incluso sabiendo que es muy malo para mí, y sé que tengo que parar».

Así, la cantante de I Kissed a Girl ha decidido acudir a sesiones de hipnosis para conseguir dejar su adicción de forma definitiva: «Estoy pensando que voy a someterme a hipnoterapia para que me ayude a superarlo».

Y es que a Katy no sólo le molesta su dependencia hacia el tabaco, sino que puedan pensar que está a gusto con ello: «Nunca les diría a los niños: ‘Esto es guay’. Es un hábito realmente malo que tengo que dejar».

La boda de Katy Perry y Russell Brand se celebrará a finales de año en la India, por lo que a la cantante aún le quedan muchos meses de afrontar preparativos y nervios. Por suerte para ella, la despedida de soltera corre a cargo de su amiga Rihanna, quien se ha ofrecido a preparar una fiesta «salvaje».