La popular cantante cree que se debe a las carencias educativas que tuvo por dedicar su infancia a la religión


Katy Perry admite que el hecho de haberse criado en un ambiente de estricta educación católica ha tenido un efecto devastador en su formación académica, ya que este entorno infantil le impidió ir con regularidad al colegio y desarrollar así tanto su capacidad de comprensión como sus habilidades para la lectura.

«Todavía tengo problemas para leer adecuadamente porque nunca fui a una escuela de primaria que tuviera una calidad aceptable. Crecí en una zona rural y muy conservadora, y mis padres nunca pensaron que la escuela pública fuera a ser de mucha ayuda para mi formación. Muchas veces preferían que me quedara en casa y que aprendiera a entender el mundo únicamente a través de la Biblia, así que reconozco que mi educación tiene algunas lagunas por la falta de estabilidad que sufrí en ese sentido durante mi infancia», confesó la simpática intérprete a la edición estadounidense de Vogue.

A pesar de las carencias educativas arrastradas desde la niñez, la estrella del pop sigue agradeciendo a sus padres todo el esfuerzo que pusieron en ella para que persiguiera y cumpliera sus sueños, aprovechando la ocasión para elogiar a su madre por toda la cultura y el saber que le ha transmitido siempre en la intimidad de su hogar.