El ídolo juvenil presentó el pasado lunes su nuevo trabajo discográfico, «Believe», en una conocida discoteca

londinense, y aprovechó la ocasión para dejar claro que es un artista original y auténtico. Ante una pregunta en la que se sugería que el joven cantante podría ser el sucesor de Justin Timberlake en la cima del pop masculino, Justin desmintió con rotundidad que esté siguiendo los pasos de nadie.

«Mi sonido no tiene nada que ver con el suyo. Somos diferentes», espetó el artista durante la rueda de prensa.

Asimismo, la estrella del pop compartió con los asistentes el ligero incidente que vivió durante la grabación de uno de los temas del nuevo disco en un estudio de Indonesia.

«Me encontraba en un país cualquiera y me metieron en un estudio para grabar la canción. Era un lugar horrible y pequeño, sin medios suficientes. El equipo no sabía lo que estaba haciendo», comentó.

Poco antes de su llegada a Londres, el intérprete ya había dado algunos detalles más del contenido de su nuevo álbum, como la canción que dedica a Mariah Yeater, la joven que el año pasado le acusó de ser el padre del bebé que esperaba. Aunque esta retiró poco después la demanda de paternidad interpuesta contra el cantante, Justin necesitaba expresarse sobre esta dramática experiencia a través de su nuevo trabajo.

«Hay una canción sobre la chica que dijo que yo era el padre de su hijo, Mariah Yeater. Todo el disco está lleno de canciones muy personales, que reflejan las experiencias de mi vida. Hay canciones sobre todo tipo de situaciones», afirmaba.

 

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