El canadiense Justin Bieber, que llegó a Brasil como parte de su gira mundial, ha desatado la locura entre sus seguidores, que esperan con impaciencia en filas y acampadas para ver a su ídolo en alguno

de los cinco conciertos que a partir de mañana dará en el país.

El cantante ofrecerá su primer espectáculo en Río de Janeiro, donde decenas de adolescentes aguardan desde el viernes a las puertas del estadio Joao Havelange bajo la amenaza de lluvia y con frescas temperaturas durante la madrugada.

El nerviosismo aumentó hace unas horas después de que Bieber anunciase en Twitter que había aterrizado en Brasil procedente de México para actuar en cinco conciertos enmarcados en su gira mundial ‘My World Tour’, que el joven artista cerrará en América Latina.

Las más atrevidas, que esperaban de madrugada la llegada del cantante en el aeropuerto Tom Jobim, se llevaron un buen chasco al no poder ver de cerca a su ídolo, que entró directamente en un coche particular que lo trasladó al hotel Copacabana Palace, donde estará hospedado.

El canadiense, tras un segundo concierto el jueves en Río para el que aún quedan entradas disponibles, se desplazará a Sao Paulo, donde el sábado y el domingo que viene se presentará en el estadio Morumbi como principal atracción del Z Festival, que en agosto agotó en horas las localidades puestas a la venta.

El 10 de octubre, Bieber se presentará en Porto Alegre, en el sur del país, donde sus enloquecidas seguidoras acampan desde la semana pasada para garantizarse el mejor lugar en el concierto y cuentan las horas mientras interpretan los éxitos del cantante.