Presentan película juntos. Tom Hanks regresa como director con Larry Crowne, un filme que apuesta por el optimismo en los malos tiempos, y en el que Julia Roberts ha jugado el papel de musa.

Juntos, han explicado las entrañas de la película a la revista W.

Ahora que atravesamos una época de crisis, Tom Hanks ha decidido plantar cara al pesimismo y este verano presentará Larry Crowne, una película sobre un hombre que pierde su empleo y hace frente al «cinismo» matriculándose en la universidad.

«La gente es naturalmente optimista, pero debes elegir alejarte del cinismo. De alguna manera, las personas tienen miedo al cambio. La idea del cambio les pone nerviosos, pero el cambio es bueno. Siempre», ha declarado.

Tal es su implicación en el argumento, que él mismo ha interpretado al protagonista, y ha elegido a Julia Roberts como su musa, la profesora encantadora, atractiva… y algo borracha.

«Tenía profesoras como Julia, a las que miraba y pensaba: ‘Te quiero’. Pero cuando dijo sí (al proyecto) yo era el jefe, le tenía que decir: No vas a llevar ese vestido, vas a llevar este. Y Julia es Julia, puede llegar a ser intimidatoria», explica Hanks.

En cuanto a Roberts, está encantada con su trabajo en Larry Crowne, aunque le resultó algo duro tener que «engullir margaritas» para representar su faceta borracha.

La actriz está muy contenta con su situación actual, en la que compagina su carrera con clases de costura y lecciones de piano con sus hijos, que le sirven para no quedarse estancada. «A los 40, se supone que tienes que aprender cosas nuevas para que tu cerebro no se haga papilla. Así que practico escalas», afirma.

Pese a que Hanks se ha lanzado a la dirección de filmes, Roberts insiste en que ella lo único que puede dirigir es «el desayuno, la comida y la cena» porque es una experta cocinera, aunque sí ha desvelado sus dotes de mando cuando algo le interesa.

Roberts quedó muy impresionada con el trabajo de Javier Bardem en Biutiful, y organizó toda una campaña para que los académicos conocieran su trabajo y fuera nominado al Oscar. «Era una locura que la película no llamara la atención. Y es divertido aprovechar tu peso (social), esa es una de las ventajas de lo que hacemos», sentencia.

Ahora que ambos han alcanzado la madurez, reconocen que la fama les llegó gracias a las comedias románticas, pero han sabido evolucionar. «Hay una edad en la que ya no puedes seguir haciéndolo», afirma Hanks. «Se le llama crecer. No he abandonado el género, pero hay cuestiones que no puedo representar convincentemente a esta edad», asume Roberts.