La cantante quiere disfrutar del amor de su nuevo novio, Casper Smart, y de la compañía de sus hijos, Max y Emme, de 4 años, en soledad, o al menos no a la vista de todo el mundo.

Por esa razón la artista estadounidense pidió (previo pago) que cerraran una playa pública de Los Ángeles para su uso privado.

La petición de Jennifer habría ido acompañada de un generoso cheque de 925 dólares por el kilómetro de terreno en Marine Beach que quedó acotado para uso exclusivo de la artista, su familia y dos amigos el pasado fin de semana de Pascua.

Podríamos decir que el deseo de la artista quedó colmado solo a medias ya que han aparecido fotos robadas en las que se puede ver al grupo disfrutando del mar y el sol en una jornada de relax en la que a buen seguro quien más disfrutó fue Casper quien no para de recibir agasajos por parte de la diva.

 

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