Daniel Solórzano lidera un equipo de creativos que trabaja en los tres Centros de Danza de la organización en Venezuela y uno en Miami, una productora de espectáculos, un centro cultural, un grupo de teatro y próximamente un centro especializado en ballet


La acentuación de la crisis en Venezuela, que ha afectado con creces a los ciudadanos en los últimos tres años, no ha detenido las actividades del Grupo Ímpetu, una organización que se dedica a la gestión cultural en Caracas desde hace 13 años y que ha servido como ejemplo positivo de emprendimiento para los artistas del país.

El equipo de Ímpetu está liderado por Daniel Solórzano y conformado por jóvenes profesionales que acumulan herramientas de trabajo en diferentes áreas para crear un ambiente dinámico, innovador, proactivo, responsable y con visión de futuro.

Parte de esa gestión exitosa ha sido la celebración de Desafío al Movimiento, el festival de danza más grande de Venezuela, que se ha llevado a cabo por 13 años consecutivos y en 2017 congregó a 2 mil bailarines en competencia y a 9 mil personas de público durante dos días en la Concha Acústica de Bello Monte.

Gracias a esa capacidad de convocatoria que ha tenido el festival, sumada a la trayectoria de 12 años con los Centros de Danza de Prados del Este, La Lagunita y La Castellana, Solórzano y su equipo decidieron abrir operaciones en Miami sin abandonar el trabajo en Venezuela. Así nació la primera sede de Ímpetu Dance Center, un lugar que desde 2014 alberga parte de los mejores profesores venezolanos de danza urbana y moderna que han emigrado a Estados Unidos y se mantienen como parte de los cuerpos de baile de cantantes reconocidos a nivel internacional.

Como la premisa siempre ha sido seguir apostando por Venezuela, desde septiembre de 2016 funciona Ímpetu Centro Cultural, un espacio que integra danza, teatro y próximamente canto. Este proyecto le ha permitido a Ímpetu abrirse paso dentro de la gestión cultural local con la restauración de un espacio de la ciudad que estaba en desuso, dentro del Caracas Theater Club. Las clases de teatro musical, que son posibles gracias a la asociación con el Grupo de Expresión Cultural Fábula, permitieron que se pudiera estrenar Clarita y Pancho, un musical original que se presenta desde marzo en Trasnocho Cultural y que constituye el primer gran producto de esta nueva creación de Ímpetu que se está exhibiendo en temporada regular en uno de los principales complejos culturales de la capital.

El próximo gran proyecto del Grupo Ímpetu es abrir un Centro de Danza que se enfoque en la enseñanza del ballet en sus diferentes tendencias y en el acondicionamiento físico, con voluntad, libertad, pasión, arte y danza, que son los valores por los que apuestan sus directores.

Ímpetu celebra 13 años con buenas noticias, con el objetivo de masificar la danza, premisa bajo la cual han logrado formar a 10 mil bailarines de Caracas y otros estados de Venezuela, en todos estos años.

Más información: @SomosImpetu en Instagram y @GrupoImpetu en Twitter