
Una historia mágica
“La Peña Mágica San Juan Bosco” es el nombre que recibe una organización que se fijó la meta de provocar, en más de uno, risas, asombros y estupefacciones. Su nombre, aunque a simple vista pareciera aludir a una orden de misioneros devota al santo italiano que, Dios y fe mediante, fundó la congregación salesiana, guarda secretos igual o tanto más enigmáticos como el de la Santísima Trinidad. Y, que quede claro, los atavíos de sus honorables miembros no se componen de sotana, mitra y pluvial, no, sino de capa, sombrero de copa y varita. Por último, su palabra, no es la que preconiza la biblia, sino la de los miles de encantamientos y prestidigitaciones que sueltan: ¡Abracadabra! ¡Abretesésamo!
Sí, la Peña Mágica San Juan Bosco reúne a un grupo de poderosos magos que, con más de 170 miembros, muchos de ellos médicos y otros profesionales, recurrieron a los encantamientos, y con 26 años de existencia, se juró exaltar el arte de Mandraque. “Nuestra intención no eso otra más que cultivar el arte de la magia y llevarlo hasta ante quienes no pueden disfrutarlo”, desanudó el nudo de su corbata para soltar el propósito de la Peña Mágica el Ing. Eduardo Rojas, tanto más conocido en las lides de la cartomagia como “Eduardus”.
“Lo hacemos mediante congresos, concursos y eventos especiales. Los congresos son fiestas donde convergen magos de todas partes del mundo. Se celebran cada 4 años y nosotros competimos desde sus inicios. Los concursos, por su parte, son como una suerte de competencia donde el mago que se inicia exhibe, en tan sólo diez minutos, sus talentos ante un jurado de la Federación Internacional de Sociedades Mágicas. Allí se evalúan presentación, vestuario, argumentación y originalidad, entre otros. Mientras que los eventos especiales son presentaciones a beneficencia, charlas y conferencias en las que se discute nuestro quehacer, nuevos trucos, etc.”, suscribe con verbo gracioso y acento sureño el argentino Enrique Estéguy, mejor conocido como el mago “Abracadabra” y coordinador del evento.
Y, pese a que una vez por semana, los martes, abre íntima sesión para que sus miembros den cuenta de los efectos mágicos que atesoran debajo de las mangas y para que desfoguen sus creatividades e ilusiones, en esta oportunidad se torna noticia porque organiza el primer Gran Encuentro Mundial de Magia 2009 de Venezuela.
Los voceros son Eduardo Rojas y Enrique Estéguy, este último, fundador de la Peña Mágica e incluso de la Federación Latinoamericana de Sociedades Mágicas que está inscrita en la Federación Internacional. Ambos son los encargados de dar cita a este evento que se engalanará con la presencia de tres magos criollitos y otras tantas celebridades importadas.
El show no sólo promete noventas minutos de diversión y entretenimiento, sino también dos presentaciones de magia infantil y, entre los intersticios de cada presentación, rugirán las risas y asombrarán las sorpresas. “Es que es un espectáculo para toda la familia. Magia de salón en la que el público también va interactuar”, sentencia y se despide Estéguy con la esperanza de que este Gran Encuentro Mundial de Magia 2009 sea la piedra fundacional para traer a Venezuela el primer Congreso de la Federación Latinoamericana de Sociedades Mágicas. Y sanseacabó.