Ante un público amante de la literatura y la poesía, Julio C. García Sánchez, presentó el pasado jueves 20 de agosto, «En la diversidad del verso», en la Sala de Recitales de la Fundación Nacional para la Cultura Popular en el Viejo San Juan.
Con la participación del cantautor Pepe Sánchez, que no cantó, pero dijo dos de los poemas, así como de la profesora y poeta Cruz Sánchez González, que también leyó otras dos poesías del poemario, la velada se creció al subir al escenario el autor, interpretando «Me dicen loco», logrando de inmediato los primeros aplausos.
Con los acordes sublimes de la guitarra de Pepe de fondo, Julio comenzó con el preludio «Soy quien soy» y de inmediato declamo de forma ininterrumpida varios sonetos y poemas románticos, y hasta «En la piel de una mujer» de corte erótico, al tiempo que dramatizó con mucha fuerza «El rugir de la fiera», uno de sus poemas de mensaje social en el que denuncia los abusos contra la mujer. Al agradecer la presencia de las personalidades que asistieron, como don Pedro Galarza, yaucano que fuera presidente de la Telefónica, el Licenciado Gilberto Concepción Suárez (hijo del procer Gilberto Concepción de Gracia), Félix Báez Neris, vicepresidente del Centro Cultural de Humacao, a los miembros y directores del Juntó Poetico Loizeño, y al insigne poeta Jorge Luís Aviles, entre otras, el periodista y poeta yaucano hizo énfansis al revelar que, de morir el que desee recordarlo, que lo recuerde como Poeta de Justicia Social.
No cabe duda que, si es verdad que lo halagaron los aplausos, Julio C. García Sánchez cuando más se emocionó fue cuando el profesor José Juan Báez Fumero, vicepresidente de TAINDEC, y editor de «En la diversidad del verso», leyó el poema «A un amigo de la Cantera», que le dedicará el escritor y poeta yaucano Arturo Cardona Mattei. El autor que ya había presentado su libro de poemas en su suelo natal de Yauco en febrero pasado, y en abril en Nueva York, donde reside por los pasados 50 años, se sintió agradecido con tan lindo gesto de su colega compueblano.
La poesía más sentida de la noche, fue «Réquiem a una madre», donde Julio no solo se revela como un verdadero declamador, sino como un hijo de hondo sentimiento. Es su homenaje a su madre, que, tanto quiso e idolatro y cada vez que dice ese poema, se emociona y llora de corazón.
