Según un estudio realizado por el Centro de Investigación sobre el Alcohol en Estados Unidos, se

descubrió que un trago de cerveza es suficiente para activar ‘la hormona del placer’.

Y es que solo el sabor de la cerveza, sin efecto del alcohol, provoca que el cerebro libere dopamina, un neurotransmisor que está relacionado al placer, la recompensa y la motivación.

Asimismo, este estudio publicado en la revista Neuropsychopharmacology, también arrojó como resultado que la actividad hormonal es mayor en personas que tienen familiares de alcoholismo, confirmando así que la adicción se puede transmitir genéticamente.

Por: EG/NetJoven