Conocer a una mujer es conocer sus gustos, necesidades, debilidades y fortalezas. Con absoluta franqueza, conocer a
una mujer es saber qué hay en su closet.
Cuando se abren las puertas del escaparate que guarda su armadura para afrontar la vida; se abren, sin que ella misma lo note, las puertas de su alma. Su pasado, presente y futuro, se revela en los diseños que esconde en ese lugar donde sólo ella es la reina.
En ese misterioso rincón abarrotado de telas, se levanta un micro-cosmos privado, donde la mujer comienza y termina el día; donde guarda lo mágico de su vida.
Aceptémoslo gustosamente: Para amarse a sí misma, una mujer debe amar su closet; pues es el refugio donde colores y texturas se convierten en emociones. Sólo en la intimidad de ese escaparate conseguirá los ingredientes perfectos para lucir y sentirse estupenda.
Los ingredientes perfectos no se eligen al azar. Requieren de un complejo proceso de selección, guiado por la pasión, para convertirse en los cómplices del éxito de una mujer.
Los indispensables como el vestido y pantalón negro, la camisa blanca, el blazer y la falda tubo, acompañados de accesorios llamativos; son los guardianes de la imagen con la que le damos la cara al mundo.
Para empapar a los sentidos de buen gusto y frescura, Aishti revela su escaparate con las piezas perfectas; en un encuentro público y a la vez íntimo, donde la exquisitez protagonizará.
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