Aparte de ser un tema del cantante criollo Luis Silva, les puedo decir que así se puso una dama celosa, al

encontrar a su pescador haciendo el amor con una de mis libélulas en Choroní en Semana Santa. La mujer, al ver a su marido en pleno acto carnal con la depravada libe, se volvió como loca y el mismísimo Demonio de Tasmania se apoderó de ella.

La señora presa de la ira buscó a todos sus primos, amigos, hermanos y armados de palos, piedras, cocos secos hicieron caída y mesa limpia en Playa Grande y en el malecón de Puerto Colombia por dos días consecutivos. Una libélula me reporta que presuntamente la dama y su combo golpearon a las libélulas en sus carpas, provocando destrozos y agresiones verbales y físicas a gran parte de los temporadistas.

Varias de mis libélulas fueron atacadas de forma brutal por esta banda homofóbica, una de las que presuntamente llevo más palo que una gata ladrona fue la falsa Daniela Kosan, ella tuvo que treparse a un cocotero, del tiro se le pasó la pea que agarró con guarapita, en compañía de sus panas.

Estoy en contra de la agresión, de la violencia en cualquiera de sus formas, porque no trae nada positivo, pero también debo admitir que mis libélulas se pasaron esta Semana Santa en Choroní con sus derrapes. O sea… ¡Ni tan calvo ni con dos pelucas! Muchoabuso de ambas partes. Chao…

Por: JOSE GREGORIO ORTIZ
[email protected]