Entre las revelaciones más sorprendentes de la biografía que hace el ganador del Pulitzer Joseph Lelyveld, están algunas frases que Gandhi le habría dedicado a Hermann Kallenbach

, un arquitecto y fisicoculturista judio-alemán, afincado en Sudáfrica, del que estuvo enamorado y por el cual dejó a su esposa.

Según revela el autor Joseph Lelyveld, Gandhi le escribió a su amante: “Tomaste completamente posesión de mi cuerpo. Esto es una esclavitud vengativa”. Gandhi se había rebautizado “Cámara Alta” y a Kallenbach le decía la “Cámara Baja”, y le había hecho prometer al fisicoculturista que “no mirara a ninguna mujer con lujuria”.

El líder independentista indio, según la investigación de Lelyveld, habría abandonado a su mujer en 1908 por Kallenbach y esa relación se habría mantenido hasta 1914, interrumpida por la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, el celibato que imponía Gandhi a los suyos (incluso cuando estaban casados) y otras palabras dedicadas al alemán muchos años después, sugieren que no habría concebido otra forma de amar.

“No puedo imaginar algo tan feo como las relaciones entre hombres y mujeres”, afirmó.
Y en otra carta le dice a Hermann Kallenbach:”Tu retrato (el único) reposa sobre la repisa de mi dormitorio” y “la repisa está justo enfrente a la cama”.

Ambos se vieron obligados a separarse en 1914, cuando Gandhi regresó a la India y a Kallenbach se le negó la entrada al país a causa de la 1ra. Guerra Mundial que enfrentó a alemanes y británicos (India era territorio británico).

Entonces, ellos se mantuvieron en contacto por carta.

En fecha tardía (1933), Gandhi escribió a Kallenbach acerca de su deseo sin fin y consideró a su ex-esposa “la mujer más venenosa que he conocido”.

Fuente original: agmagazine.info