Barcelona mostró su contundencia y despachó a la Juventus en un gran partido en el Olímpico de Berlín


Y el triplete fue catalán. Después de ganar la Liga y Copa del Rey, el Barcelona cumplió las expectativas y despachó 3-1 a la Juventus en el Olímpico de Berlín para ponerle ‘la cereza al pastel’ de otra estupenda temporada.

Apenas se jugaba el minuto 4 cuando Jordi Alba apareció por izquierda y le filtró un enorme pase a Andrés Iniesta dentró del área italia; el manchego cedió sutilmente a Ivan Rakitic, quien sólo empujó el balón a la red.

Parecía el preámbulo de una noche totalmente blaugrana; sin embargo, los Culés se dedicaron a consentir a una ‘Vecchia Signora’ que poco a poco se acomodó en el campo y terminó equilibrando la balanza antes del descanso.

Claudio Marchisio y Carlos Tevez fueron los aventureros que se animaron a faltarle al respeto al Barça con sendos disparos que le sacaron más de un susto a Ter Stegen.

El inicio del complemento lució esperanzador para el cuadro español, tras una ridícula combinación entre Neymar, Suárez y Messi a las afueras del área; Lionel le imprimió mucha fuerza a la definición y mandó la pelota a la tribuna.

Fue entonces cuando Marchisio hizo magia con un pase de ‘taquito’ para Lichtsteiner, quien centró desde la derecha para  queel ‘Apache’ conectara de zurda; Ter Stegen dio rechace y Álvaro Morata firmó el 1-1 (54′).

El empate fue una inyección de ánimo para la Juve, que controló mejor el esférico y aprovechó el desconcierto del Barça, que se vio realmente mal por espacio de 10 minutos.

Incluso, en el 66′ el panorama pudo ponérsele completamente negro; pero el árbitro no señaló una clara falta de Dani Alves sobre Pogba en el corazón del área catalana.

Messi no estaba destinado a marcar, pero volvió a surgir cuando su equipo más lo necesitaba. El rosarino se dio tiempo de encontrar espacio para probar a Gianluigi Buffon con un tiro violentísimo que el veterano alcanzó a atajar, aunque justo a la posición de Suárez, quien selló el 2-1 (68′).

La Juve reaccionó y presionó con todo en la recta final. La tensión era tal, que Ter Stegen emanaba mucho nerviosismo en cada jugada cerca de su arco.

Con prácticamente los 11 italianos volcados al frente, surgió el contragolpe que mató el encuentro. Pedro y Neymar intercambiaron toques, hasta que el brasileño resolvió ante la salida de Buffon (96′).

Quinta ‘orejona’ para el Barcelona –cuarta desde 2006– que sirve para exaltar todavía más a una generación única y, de paso, para despedir a su legendario comandante en la media cancha: Xavi Hernández.

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