Gustavo Dudamel no oculta su euforia: el año próximo podría dirigir un concierto con el tenor peruano Juan

Diego Florez y la Sinfónica Simón Bolívar, nada menos que en la ciudadela inca de Machu Picchu, Perú, y los planes están bastante avanzados.

«¡Sería maravilloso! Una combinación bellísima que sería emblemática. Lo estamos planificando para el 2012, pero vamos a ver si lo logramos», se entusiasma el director venezolano de la Filarmónica de Los Angeles durante una entrevista reciente con The Associated Press. «El camino está bien avanzado. El camino está arado y está bien arado. Esperemos que cuando sembremos, salga la cosecha».

El concierto sería televisado e incluiría música de compositores peruanos y de otros países latinoamericanos, agregó sin dar más detalles el astro del mundo de la música clásica durante un cóctel para celebrar la nueva temporada del anfiteatro Hollywood Bowl, donde volverá a presentarse este año.

«Machu Picchu no es sitio donde puedan entrar muchas personas. Es para un público muy reducido. Cabrán menos de 1.000 personas, pero será transmitido», explicó. «Obviamente haríamos música latinoamericana, cosas del Perú, por supuesto. Ya veremos, creo que lo mantendremos en sorpresa».

Dudamel hablaba además a nombre de la Sinfónica Simón Bolivar, de Venezuela, pues también la dirige. Florez, por su parte, dijo en octubre a la AP que estaba listo para el concierto, sólo a la espera de que su amigo Dudamel le confirmara.

«Eso va a ser como un manifiesto de lo que se está haciendo en Latinoamérica, con la creación de orquestas y coros, que están elevando no sólo la calidad de vida de la ciudadanía sino que están haciendo a los países sumamente musicales», expresó entonces el astro del bel canto.

En julio se cumplen 100 años desde que el estadounidense Hiram Bingham descubrió las magníficas ruinas de Machu Picchu en lo alto de los Andes y las presentó al mundo. La ciudadela está situada a casi 2.500 metros sobre el nivel del mar, en la zona de ceja de selva de Cuzco, Perú.

Machu Picchu es el «Olimpo sudamericano», y el concierto «es un plan hermosísimo, uno de esos proyectos de vida que te mantienen excitado todo el tiempo», añadió Dudamel, prodigio de El Sistema, que promueve la educación de música clásica entre chicos y jóvenes en Venezuela.

«¡Imagínate hacer algo allí! Es el emblema de Latinoamérica, de nuestra historia, de todo lo que se ha desarrollado. Eso es lo que queremos mostrar desde allí», resaltó. «Eso es lo que todo esto significa. Es un concierto especial, comenzado con … esa civilización que dio tanto a nuestra historia. Poder hacer un homenaje a todo eso».

Ya existe una tradición de hacer música entre las ruinas antiguas, con representaciones de «Aída» en las pirámides egipcias y «Turandot» en la Ciudad Prohibida de Beijing; un concierto de Plácido Domingo en las ruinas mayas de Chichen Itzá, México, en 2008, y el ya legendario concierto de los Tres Tenores —Luciano Pavarotti, José Carreras y Domingo— en los Baños de Caracalla, en Roma, al final del Mundial de Fútbol de 1990.

«Creo que la idea de los tres tenores fue un poco distinto. Eso fue para mostrar a los tenores. Esto es diferente. Esto es para mostrar el alma de Suramérica, que está allí, es bello», dijo Dudamel. «Es una maravilla lo que representa Machu Picchu, la cultura inca, para el resto de Suramérica y Latinoamérica».

___

En internet: www.laphil.com

AP – The Associated Press. Todos los derechos reservados.