Con un talento desbordante, y muchos éxitos desfilando en su hoja de vida, la actriz Dora Mazzone se define como una diva de la actuación. Y no cualquier diva, pues prefiere encajar en ese perfil,

sólo si el hecho de ser diva “es entendido como un ícono cultural que da ejemplo de cómo ser una profesional en el medio artístico, respetando a los demás y dejando un legado importante para que las próximas generaciones puedan disfrutar y aprender”, por lo tanto enfatizó: “pues si es así, sí me siento diva de la actuación en mi país”.

Grandes papeles ha encarnado la actriz, tanto en cine, teatro y televisión. En la pantalla grande se ha lucido en producciones tales como «Cuchillos de fuego”, «Señora Bolero”, «Disparen a matar”, «Sucre”, «Aire libre” y «Despedida de soltera”.

Las tablas la han recibido con beneplácito, con su grandes interpretaciones en las piezas: «La tempestad”, “La viuda para cuatro”, «El Avaro”, «Te juro Juana que tengo ganas”, “Don Juan Tenorio”, «Fuente Ovejuna”, «La dama boba”, «La mandrágora”, «Sin voz” y «Tres reinas”.

En la pantalla chica se ha destacado en las telenovelas: “Caribe”, «Dulce ilusión”, «Por estas calles», «De oro puro”, «Amores de fin de siglo», «Volver a vivir», «Entrega total», «Niña mimada», «Luisa Fernanda”, «Mariú”, «Viva la pepa”, «La niña de mis ojos”, «La mujer de Judas”, «La cuaima“, «Estrambótica Anastasia”, «Amor a palos”, “Y los declaro marido y mujer” y “Nadie me dirá cómo quererte”.

Actualmente se divierte dándole vida a Pasionaria,  en la telenovela “Natalia del Mar”,  que transmite Venevisión, como una peculiar mujer, que anda en busca de un tesoro. Ella es alegre, dicharachera y chismosa. Jamás pasa inadvertida, su forma de vestir y maquillarse, un tanto colorida y recargada, que  nunca la dejan bajo perfil.

En cuanto a su personaje, Dora comentó que cada vez que le llega a las manos un libreto no puede evitar estar a la expectativa ante las novedades que le traerá el escritor, Alberto Gómez, o como ella les llama: “Pasi-aventuras a lo Indiana Jones” que le hacen disfrutar y divertirse al máximo en cada escena que realiza. De hecho, por medio de las travesuras de Pasionaria hasta “he aprendido a manejar un peñero hasta medio atajar una ola”.

– Hija de gato caza ratón, ¿cómo fue la experiencia de trabajar junto a tu hija, ahora convertida en toda una artista?
– La experiencia fue maravillosa. Siento orgullo porque ella es un ser que piensa muy bien las cosas antes de tomar una decisión. Desde muy pequeña me ha acompañado a los estudios de televisión, a los ensayos, al teatro, y no me daba cuenta que estaba aprendiendo, absorbiendo desde el mejor ángulo: la observación. Entonces no me sorprendió cuando me dijo: «me siento como pez en el agua».

– ¿Qué decisiones profesionales o acciones tomaste durante el curso de tu carrera, que tal vez no te gustaría que tu hija repitiera?
Todo ha sido perfecto en mi carrera, cada oportunidad, cada decisión ha sido para aprender y crecer como profesional desde que entré a estudiar en la Escuela de Artes en la UCV, a hacer teatro desde los 18 años, cine a los 20 años y, enseguida, la televisión hasta mi personaje actual en Venevisión: Pasionaria. Lo que le recomiendo a mi hija es que su carrera sea complementada con estudios profesionales que la coloquen en otro nivel. A ella le gusta el cine; la producción; la dirección pero, sobre todo, escribir. Graziella escribe desde pequeña, es una fuente. Ella escribe diarios, cuentos, blogs, historias. Vamos a ver, el tiempo y las decisiones que ella tome en el camino la irán colocando donde más lo desee.

– ¿Qué consejos le ofreces a tu hija para encaminarla en este medio tan difícil?
– No tiene porque ser un medio difícil si estás seguro de lo que quieres. Ella sabe porque ha visto durante toda su vida que el trabajo del actor no es fácil. Se requiere estudio, tiempo, paciencia, habilidades, talento, creatividad, constancia, responsabilidad, cuidar su cuerpo porque es su templo, ser profesional, respetar. Todas esas herramientas las tiene porque ella ha hecho teatro, talleres y me ha visto a mi madrugar, llegar de noche, estudiar cada guión, libreto o sinopsis de cada personaje. Graziella tiene el camino abonado, será sencillo si ella se propone alcanzar la meta y cumple con todas las exigencias que el medio le impondrá.

– El público está acostumbrado a disfrutar de tu excelente capacidad histriónica, de la mano de personajes característicos, fuertes, ¿qué se requiere, además de talento, para darle vida a este tipo de roles y que se vea reflejado en pantalla el esfuerzo?
– Yo también disfruto mucho interpretar personajes característicos, es lo más difícil para un actor. Me aburren los personajes planos pues no me permiten demostrar mi versatilidad. Tengo habilidad para los acentos, bailo, canto, aprendo un idioma o capto rápido una pronunciación. Me gusta estudiar, me apasiona entrar en la vida de un personaje y darle una dimensión que vaya más allá de lo que el escritor creó. Me gusta sorprender, darle un nivel óptimo al personaje que está en el libreto, por eso analizo, estudio, corrijo, investigo, pregunto, vuelvo a preguntar, le quito, le pongo, lo visto, lo maquillo, lo interiorizo y luego viene la inspiración creadora. Soy una artista en todo el sentido de la palabra y por eso cada personaje debe tener un sello para que sea inolvidable para el público.


– Una amplia trayectoria en televisión y teatro,  ¿te sientes una diva de la actuación venezolana?

– Siempre y cuando el término diva sea bien entendido, es decir, como un ícono cultural y que da ejemplo de cómo ser una profesional en el medio artístico, respetando a los demás y dejando un legado importante para que las próximas generaciones puedan disfrutar y aprender, pues si es así, sí me siento diva de la actuación en mi país.

– ¿Qué te ha hecho rechazar y preferir con toda tu alma a un personaje determinado?
– Esta pregunta te la voy a responder diciéndote cuáles son las condiciones que pongo para aceptar un rol, por ejemplo: hay escritores venezolanos que tienen muy bien diagramada la historia de su novela y cuando ofrecen su personaje me enamoran, porque saben perfectamente lo que sucederá con ese personaje determinado. Esos personajes los acepto porque sé hacia donde van. Hay escritores que me conocen, saben de mis habilidades y por esa razón me escriben una historia que saben que los voy a engrandecer. En el teatro clásico y en el contemporáneo, hay personajes que cualquier actor ambicioso aceptaría con un director grande que lo dirija, igualmente en el cine, el guión me tiene que enamorar. Estas son mis condiciones, así acepto el personaje y le pongo toda mi alma, pero si el guión es improvisado, es triste o la novela es básica rechazo de inmediato el ofrecimiento.

– ¿Cuáles son las bondades que tiene para ti la historia que presenta Natalia del Mar?
– Conozco la forma de escribir de Alberto Gómez es un escritor que va por lo seguro. Él apela a la fórmula clásica que funciona perfectamente en el público que se quiere entretener. ¿Cuál es esa fórmula clásica? El cuento de la protagonista femenina vulnerable y frágil, pero fuerte y digna, que se enamora del protagonista masculino, romántico y héroe que la rescatará de todas las maldades que le puedan hacer a su damisela los villanos de la historia. En Natalia del Mar hay una gama de villanos en donde cada actor se ha podido lucir a su gusto. El elenco es impecable. La historia tiene drama, suspenso y comedia que para mí son los ingredientes perfectos para toda historia que quiera entretener. Luego está la producción que ha sido cuidada al máximo, los escenarios, los decorados, los efectos especiales. Natalia del Mar cumple con todas las fórmulas que el público espera para entretenerse.

– Pasionaria te dio la oportunidad de subir La Colina, ¿cómo te sientes al ser parte de la gran familia Venevisión?
– Estoy feliz y agradecida. Quisiera seguir formando parte de la gran familia de Venevisión. Aprovecho para agradecer a Manuel Federico Grijalba por su gentileza al ofrecerme encarnar a Pasionaria. Su producción ha sido impecable. El recibimiento y trato excelente, el de una Diva.


– Pasionaria es peleona, dicharachera, estrafalaria en sus gustos, te ha hecho hacer cosas muy divertidas, buscar tesoros y hasta surfear, ¿te tocó aprender a surfear, tomar clases o lo habías hecho antes?

– Jajajaja. Disfruto mucho de Pasionaria, cada vez que llega un capítulo nuevo me produce expectativa y revoloteos de mariposas en el estómago, pues no sé  qué Pasi-aventuras a lo Indiana Jones traerá el escritor. Me rio, me divierto y enseguida me pongo a estudiar y a detallar el acento, la forma en que la vestiremos, la maquillaremos, le doy los matices, los retoques y, luego, a ensayar hasta que salga perfecta. Las escenas de la Pasi surf las disfruté mucho. Siempre me toca grabar en la playa así que he aprendido desde manejar un peñero hasta medio atajar una ola, pero de ahí a surfearrrrr, como diría Pasionaria: No voy a arruinar mi bello y dezeado cuerpezito, – dijo la actriz jocosamente, reproduciendo el acento propio del personaje-


– Imagino que por causa de Pasionaria tendrás muchas anécdotas de las grabaciones, ¿cuáles podrías compartir con quienes te siguen?

– Miles. Desde cómo habla Pasionaria y la gente en la calle en vez de saludarme me dicen: -Adió o el popular: zizizizizi, hasta las famosas escenas grabando en estudio con mis compañeros actores que tienen que aguantar la risa cada vez que Pasionaria habla en inglés o les dice cualquier ocurrencia. Me pasó grabando con Juliet Lima, Fedra López, Daniel Martínez y el Coco Sosa que todos estábamos discutiendo por Natalia, y Manuel muy enojado nos decía algo así: ustedes no se metan, yo amo a Natalia y la voy a rescatar de todos ustedes. Yo respondía a lo Pasionaria (expresó imitando el acento característico del personaje): Adió, zizizizi, ¿pero qué se cree éste? ¿Superman? ¿Batman? ¿Flashgordon? o ¿er Chapulin Colorado? Juliet sacudió su melena hacia abajo, Fedra volteó y Daniel y Coco no aguantaron la risa. Tuvimos que grabar por cortes y sin vernos a la cara.

– ¿Tienes otros proyectos labores además de la novela?
– Siempre hay proyectos para mí, pero me gusta trabajar una cosa a la vez. Admiro a los compañeros que hacen teatro los fines de semana y novelas entre semana. En estos momentos estoy entregada con toda mi alma a Pasionaria, cuando culmine este maravilloso proyecto lleno de aventuras o mejor dicho, cuando Pasionaria consiga «er tesoro que está hundido en er fondo de la mar» veremos que otra aventura me espera. El tiempo de Dios es Perfecto.