En la lista de libros ‘inapropiados’. La exitosa saga de libros sobre vampiros Crépusculo ha entrado en el listado de las 10 obras que

las escuelas y bibliotecas públicas debieron retirar de sus estanterías durante el pasado año.

Según el informe emitido por la American Library Association (ALA) la saga creada de Stephenie Meyer, convertida en una exitosa franquicia cinematográfica protagonizada por Robert Pattinson, Taylor Lautner y Kristen Stewart, quedó en el quinto lugar de la lista del 2009 sobre los libros más inapropiados.

La saga, cuyo eje central es el triángulo amoroso que forman el vampiro Edward, la joven Bella y el hombre lobo Jacob, es discutida por ser explícita en cuanto a su contenido sexual, su punto de vista religioso y ser inadecuada para el público al que va dirigido, el colectivo adolescente.

Pero la obra más ofensiva resultó ser la famosa serie de novelas para jóvenes adultos ttyl, de Lauren Myracle, la que está escrita totalmente en el estilo de mensajes instantáneos. La serie fue objetada por presentar desnudos, lenguaje ofensivo y drogas.

El libro infantil con imágenes And Tango Makes Three, acerca de dos pingüinos macho que crían a un huevo y la novela adolescente The Perks of Being a Wallflower, quedaron respectivamente en el segundo y tercer puesto del 2009. El clásico de Harper Lee de 1960 y ganador del premio Pulitzer To Kill a Mockingbird, quedó en el cuarto lugar debido a que recibió cuestionamientos en los temas de racismo y lenguaje.

Y pese a que ya no está dentro de los 10 primeros, la saga de J.K. Rowling, Harry Potter, quedó al tope de las 100 obras más discutidas entre la década del 2000-2009. Los rechazos a la exitosa serie acerca del niño mago han sido por presuntos temas del mundo de lo oculto o contrarios a la familia.

La oficina de ALA para la Libertad Intelectual define un cuestionamiento como una queja formal escrita, presentada junto a una petición de una biblioteca o escuela que pide que el material sea retirado de sus estanterías o su currículo educacional.

El grupo recibió 460 de esos reportes en el 2009 y provienen de distintas fuentes. Pocas cumplen con su objetivo. «Pese a que no todos los libros son correctos para cada lector, la habilidad de leer, hablar, pensar y expresarnos con libertad son el centro de los valores en Estados Unidos», dijo Barbara Jones, directora de la oficina de ALA para la Libertad Intelectual.