Santiago de Chile, 4 ene (EFE).- La actriz de origen canadiense Pamela Anderson se abrió hoy paso a manotazos contra fotógrafos y camarógrafos que la asediaban a su llegada a Santiago de Chile, adonde viajó para participar en un programa de televisión.

La rubia y curvilínea protagonista de «Guardianes de la Bahía» se enojó por la gran cantidad de cámaras que la enfocaban a la salida del aeropuerto de Santiago, al parecer porque tras un largo vuelo desde Los Ángeles (EE.UU.), no se sentía preparada para posar.

Ello, aunque llevaba un minúsculo vestido de jersey blanco, sin mangas, sin escote pero lo suficientemente ceñido para desatar gritos de admiración entre quienes la esperaban.

La ex ‘conejita’ de Playboy tenía con el peinado estropeado y medio rostro tapado por enormes anteojos oscuros y sin maquillaje cuando salió acompañada por los siete guardaespaldas que pidió para su estancia de dos días en Chile, que fueron reforzados por dos guardias del aeropuerto.

Sin embargo, los custodios no pudieron controlar al grupo camarógrafos, fotógrafos, periodistas y curiosos que se habían agolpado a la salida y la actriz, enojada, se quejó de que la estaban aprisionando.

En un momento dado, Anderson, que miraba hacia el suelo la mayor parte del tiempo, vio las cámaras demasiado cerca de su rostro y comenzó a lanzar manotazos hacia adelante y a derecha e izquierda para tratar de liberarse del acoso, hasta que logró subir a la limusina, otra de sus exigencias y partir hacia el centro de la ciudad.

Un estilista personal y una maquilladora también estaban incluidos en la lista de exigencias de Anderson, que viajó a Chile para participar en el programa «El Hormiguero», del Canal 13 de Televisión.

Anderson, de 42 años, pidió, además, conocer algunos lugares turísticos de Santiago y de la ciudad de Viña del Mar, a 125 kilómetros al oeste de la capital.