WASHINGTON, DC – Los Senadores Bob Menéndez (DN.J.) y Marco Rubio (R-Fla.) emitieron las siguientes declaraciones en respuesta a la decisión del Tribunal Supremo de Venezuela de suspender el poder de la Asamblea Nacional controlada por la oposición y asumir las funciones legislativas del país.


 «Este último ataque a lo que quedaba de las instituciones democráticas en Venezuela es un insulto flagrante contra el pueblo de Venezuela y los valores que guían a nuestro hemisferio. La democracia venezolana llevaba cojeando años, pero la decisión de cerrar el cuerpo legislativo del país confirma nuestros peores temores: Maduro es un dictador trastornado que ha desmantelado la democracia en su país sistemáticamente.

«Mientras Venezuela afronta la ruina económica, un nivel de criminalidad desenfrenada y ahora no queda ningún proceso democrático en Caracas, los Estados Unidos y la comunidad internacional no pueden permanecer de brazos cruzados mientras los venezolanos siguen sufriendo bajo las políticas económicas y sociales fracasadas del régimen de Maduro. Continuaremos trabajando de manera bipartidista con nuestros colegas en el Congreso y a través de la Organización de Estados Americanos para exigir reformas que corrijan el rumbo y ayuden a los venezolanos a no caer al abismo de un estado fallido».

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Menendez, Rubio Statement on Venezuela’s Assembly Takeover
 
WASHINGTON, DC – U.S. Senator Bob Menendez (D-N.J.) and Marco Rubio (R-Fla.) released the following joint statement in response to the decision by Venezuela’s Supreme Court to suspend the power of the opposition-controlled National Assembly and take over the country’s legislative powers.

 “This latest attack on what remained of democratic institutions in Venezuela is an egregiousness affront to the people of Venezuela and the values that shape our hemisphere. Venezuela’s democracy has been on life support for years now, but the decision to shut down the country’s legislative body confirms our worst fears: Maduro is an unhinged dictator who has systematically dismantled democracy in his country.

“With economic ruin, rampant criminality and no democratic process left in Caracas, the United States and the international community cannot stand idly by as Venezuelans continue to suffer under the Maduro regime’s failed economic and social policies. We will continue to work in a bipartisan fashion with our colleagues in Congress, and through the Organization of American States, to demand reforms that correct course and help Venezuelans back from the brink of a collapsed state.”